El autor, jurado del actual certamen, invita a involucrarse en los concursos a partir de su experiencia.

En primer lugar quiero felicitar calurosamente a los directivos de esta prestigiosa revista por sostener a través del tiempo, con todo lo que esto implica, la realización de estos Concursos de Ideas destinados a los estudiantes de todo el país, de los niveles medio y superior, involucrados en la temática en cuestión. Una idea brillante que se ha consolidado en el tiempo y que ha permitido a nuestros estudiantes, dada la diversidad de los escenarios geográficos donde debían desarrollarse las distintas ideas, aplicar sus conocimientos y, fundamentalmente, su imaginación y su capacidad creativa para generar el proyecto más afín con los valores culturales y las tradiciones de cada región.

Y prueba de esta consolidación es el lanzamiento de esta décima edición consecutiva del certamen, que este año tiene como área de intervención el poblado de Olta, ubicado en el Departamento General Belgrano de la provincia de La Rioja, y donde, gracias a la invitación cursada por el Arq. Carmuega, haré mi debut como jurado.

Recuerdo perfectamente que la participación de nuestra institución en estos Concursos de Ideas nació allá por el año 2000, cuando me desempeñaba como Director de la carrera de Ingeniería Civil en la Facultad Regional Avellaneda de la Universidad Tecnológica Nacional, y accedí a una propuesta del docente de la asignatura Ingeniería Civil I, para que sus alumnos, a través de una experiencia piloto y coordinados desde la cátedra, participaran del primer Concurso Nacional de Ideas Vivienda Joven a desarrollar en el norte neuquino, en la categoría Nivel Inicial dado que dicha asignatura se dictaba en el primer nivel de la carrera.

La experiencia fue tan enriquecedora y el compromiso de los alumnos tan importante, que el docente de la asignatura Proyecto Final perteneciente al último nivel de la carrera y cuya aprobación implicaba obtener el título de Ingeniero Civil, propuso que a partir del año 2001 el proyecto a desarrollar por la cátedra fuera el correspondiente a las bases del Segundo Concurso Nacional de Ideas Vivienda Joven denominado: “Agua Negra, San Juan: Asentamiento Urbano y Vivienda Rural en un área Cuyana de Frontera”, ya que según su criterio, además de lograr una motivación extra en los alumnos por participar en un concurso de esta envergadura, las características multidisciplinarias del proyecto permitirían consolidar la articulación horizontal y vertical con las distintas áreas del conocimiento de la carrera. El compromiso de los alumnos con este proyecto fue tal que solicitaron al Decano la posibilidad de financiar el viaje de un grupo de estudiantes a la localidad de Agua Negra para realizar un relevamiento del lugar, posibilidad que se concretó gracias a la colaboración de Gendarmería Nacional que tomó a su cargo el hospedaje de los mismos, dado lo inhóspito de la zona elegida.

Los resultados de esta experiencia fueron tan promisorios, que a partir de allí y hasta hoy los proyectos desarrollados por la cátedra son los correspondientes a las bases de los distintos Concursos Nacionales de Ideas Vivienda Joven ya que, si bien nuestra Universidad es una institución que se distingue no sólo por su federalismo sino por centrar su interés en el mundo del trabajo y su gente preparando profesionales en el ámbito de la tecnología, dotados de una adecuada formación técnica, cultural y humanística, y de un fuerte espíritu de solidaridad social, esta experiencia nos ha permitido corroborar, independientemente de los premios en juego, el alto grado de compromiso y responsabilidad con que nuestros estudiantes responden a estos desafíos.

Es en función de la experiencia ya vivida y largamente probada, que nos permitimos afirmar que la misma debe ser disfrutada por todos los estudiantes de Ingeniería y Arquitectura del país, consolidando un aporte inestimable a su formación, y valorando la importancia que estas actividades conllevan para el desarrollo de cada marco regional.