Polémica por un proyecto para hacer un estadio en Balvanera
En Balvanera, uno de los barrios con menos metros cuadrados de espacio verde por habitante y en donde los vecinos denuncian inseguridad y abandono por parte del Estado, el Gobierno porteño impulsa la construcción de un estadio para 18.000 personas que estará financiado por inversores privados. Y aunque se trata de un proyecto, ya genera polémica en el barrio y mucha preocupación.
La ubicación es estratégica: ocuparía la manzana delimitada por Belgrano, Jujuy, Moreno y Catamarca. A menos de diez cuadras de la autopista 25 de Mayo, a cuatro de la terminal de Once y junto a la estación Venezuela del subte H.
Por lo pronto, los vecinos comenzaron a organizarse, a juntar firmas en contra del proyecto y a visitar los despachos de los legisladores porteños. Es que la zonificación actual de la manzana (R2aII y C3I) habilita el uso del suelo solo para viviendas y locales. Para que la obra avance habría que aprobar en la Legislatura una rezonificación; es decir, una ley de doble lectura en el recinto y una audiencia pública. En este sentido, los vecinos temen que los bloques mayoritarios –el PRO y el Frente Para la Victoria– se pongan de acuerdo y voten a favor del estadio.
“No es un microestadio, es un arena. La idea es construir un recinto moderno, multiuso, para recitales, deportes y espectáculos de todo tipo. Son construcciones insonoras, no vibran, híper modernas. La tecnología constructiva estará provista por una empresa holandesa especialista en este tipo de espacios”, le contó a Clarín Aquiles Sojo, titular de la productora Ake Music, que operará el estadio. El lugar tendrá espacio para albergar a 18.000 espectadores, tendrá tres subsuelos de cocheras, conexión directa con la estación de subte Venezuela, hotel cinco estrellas, locales comerciales y restaurantes. “La Ciudad necesita un estadio de este tipo, será como un Madison Square Garden”, se ilusiona Sojo. Estima que el costo superará los 120 millones de dólares
Los trabajos arrancaron varios años atrás: primero se compraron las parcelas que integraban la manzana y en 2010 comenzó la demolición. Pero a los vecinos les llevó un tiempo entender qué estaba sucediendo. “En el barrio tenemos muchos problemas, no queremos sumarnos otro. Hay mucha gente viviendo en la calle, no ves un policía por ningún lado, casi no tenemos espacios verdes y tampoco garajes para estacionar. No queremos ni pensar qué puede pasar con 18.000 personas viniendo al barrio. Necesitamos la intervención del Estado para estar mejor y no creemos que la solución sea un microestadio”, opinó Alberto Aguilera, vecino y quien integra la comisión de la agrupación Vecinos Autoconvocados. El sábado a las 15 llamaron a una marcha en el barrio y en Facebook difunden sus acciones (Vecinos contra el microestadio).
Lo cierto es que la movida para la construcción del recinto cuenta con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Económico porteño; incluso el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, elogió en una entrevista radial la posibilidad de que se construya. De hecho, la gestión macrista impulsó la construcción de La Ciudad del Rock y otros proyectos que no prosperaron, como el estadio en el club Comunicaciones y otro en Núñez, en terrenos de la obra social de los municipales. El contrasentido es que el lunes Macri presentó un plan para dotar de 78 plazas a la Ciudad y cubrir la falta de espacios verdes.
El legislador Alejandro Bodart (MST) presentó ayer un proyecto de declaración para que la Ciudad no otorgue el permiso para la construcción del estadio y propuso que la junta comunal realice una audiencia pública para que los vecinos conozcan el proyecto.
Fuente: Clarín, 11/06