por Mariana Taverna, de Integral Instituto de Diseño, www.integral.edu.ar

El continente africano ha sido considerado como fuente de inspiración en la decoración, tanto por su belleza exótica como por la fascinación que ejerce la belleza primitiva de las fieras salvajes que lo habitan.

En el ámbito urbano, los detalles de estampados animales aplicados en la decoración transmiten al ambiente percepciones de autoconfianza, fuerza y poder.

Utilizado con criterio y moderación, el animal print se define como un estilo personalizado, distinguido, elegante y lujoso, que aporta un toque chic al ambiente siempre que se sepa combinarlo sin excesos. Y allí está el secreto!

En las vidrieras encontramos propuestas para todos los gustos y para los distintos espacios de la casa. Hoy día se lo utiliza como detalle en muebles y en diversos objetos decorativos. El diseño animal se luce en almohadones, mantas, acolchados, sábanas, alfombras y cabeceras de cama y es utilizado también para tapizar sillas y sillones a los que aporta gran protagonismo.

En el mercado hay diversas estampados para elegir: cocodrilo, serpiente, cebra, tigre,  leopardo, pantera, jirafa, vaca, jaguar etc. Y en miles de versiones, manchas en blanco y negro, multicolores, realistas, estilizadas en degradeé, disfumadas, etc.

Pero cuidado! El estilo no es para todos, donde mejor se adapta es en los ambientes modernos y minimalistas ya que en ellos resaltará la estampa elegida. La clave es el uso del color, los tonos se tienen que combinar discretamente,  prescindiendo de los contrastes agresivos, para generar una armonía visual, adaptándolos al entorno y respetando el gusto y personalidad de cada uno.

Otro tip a tener en cuenta es evitar la combinación de distintos estampados en el mismo cuarto, porque la sobrecarga puede resultar de mal gusto.

En definitiva, animarse al touch salvaje es posible, pero teniendo como premisa que el animal print debe usarse con discreción y sin exageraciones.