París. Al igual que Berlín, Los Ángeles o Sidney, Francia tendrá por fin su sala filarmónica, fruto de ocho años de costosas obras y diseñada por Jean Nouvel.

La nueva sala hizo correr mucha tinta antes de su inauguración en la puerta de Pantin en el noreste de París. El costo inicial, estimado en 200 millones de euros (120 a 130 millones solamente para la construcción), será finalmente de 360 millones de euros.

La idea de una sala filarmónica en medio de una gran ciudad de la música nació en los años 1970, pero el proyecto fue cuestionado diez años más tarde tras la decisión de construir la Ópera Bastilla, diseñada por el uruguayo Carlos Ott.

Fue necesario todo el entusiasmo del director de la Ciudad de la Música, Laurent Bayle, sucesor del compositor Pierre Boulez, para relanzar el proyecto de la filarmónica, retomado por la municipalidad en 2006.

“Era totalmente normal que París tuviese un gran auditorio destinado a la música clásica”, dijo el director de la Ópera de París, Stéphane Lissner.

El arquitecto Jean Nouvel, autor del diseño de la sala de líneas ultramodernas, indicó que el precio por butaca fue de 100 mil euros, tomando en cuenta solamente la construcción, “es decir exactamente el precio promedio para este tipo de edificio ultracomplejo”.

El director inglés Douglas Boyd, habla de “una formidable inversión para una capital como París. Para ser honestos, en París teníamos grandes salas históricas, pero la filarmónica promete una experiencia en vivo sin equivalente en el plano acústico”.

En julio Boyd tomará la batuta de la Orquesta de Cámara de París, que también tendrá su sede en la filarmónica.

“En París, teníamos salas que no necesariamente están al gusto del día”, admitió la violinista Deborah Nemtanu. “Toqué en la sala de Lucerna diseñada por Jean Nouvel con el mismo experto en acústica Yasuhisa Toyota y fue algo maravilloso, alucinante”, comentó.

La gran sala de 2 mil 400 butacas, inaugurada por el presidente François Hollande, fue además concebida por dos de los mejores expertos en acústica del mundo: el neozelandés Harold Marshall y el japonés Yasuhisa Toyota.

Un dispositivo audaz de balcones flotantes suspendidos alrededor de la escena coloca al espectador a menos de 32 metros del director de orquesta, contra por ejemplo 47 metros en la antigua sala Pleyel.

La filarmónica tendrá un presupuesto ajustado. La subvención pública fue reducida de 18 a 15 millones de euros sobre un presupuesto total de 30 millones para 2015, en lugar de los 36 millones previstos inicialmente.

Fuente: Jornada de Mexico