VIEDMA (AV).- La estructura del puente ferrocarretero se encuentra indemne pero existen sectores de la calle de paso sumamente afectados, y si bien se están haciendo reparaciones menores, no aparecen como suficientes como para habilitarlo nuevamente al tránsito vehicular.

Desde ayer permanece cerrado para la circulación de autos y colectivos entre Viedma y Patagones mientras una cuadrilla de obreros de la empresa Tren Patagónico cambia los durmientes que soportan las vías.

El operativo desnudó gruesas fallas como la ausencia de mantenimiento por años al punto tal que desde algunas grietas sobre la cinta asfáltica se puede divisar la superficie del río a simple vista.

El puente comenzó a ser construido en 1927 por encargo del primitivo Ferrocarril del Estado. La obra de 269 metros de longitud que demandó cuatro años y una inversión de $1.150.000 moneda nacional fue inaugurada el 17 de diciembre de 1931.

También se constituyó en la primer vía de comunicación vehicular entre la provincia de Buenos Aires y Río Negro hasta que Vialidad Nacional decidió construir el puente Villarino, destinado a vehículos. Hoy sólo pasan autos y micros pero no deja de ser peligroso el paso por tratarse de una calle muy angosta, y hay una profunda zanja entre el riel y la capa de pavimento que puede inducir a realizar maniobras riesgosas.

El secretario de Obras Públicas de la municipalidad de Viedma, Néstor Olivares, explicó a “Río Negro” que la primer intervención de mantenimiento le corresponde a Tren Patagónico con el cambio de durmientes y luego se puede hacer el bacheo; aclarando que “esto no es sólo jurisdicción del municipio”.

Agregó que se debe hacer un estudio profundo desde el punto de vista estructural pero “si pensamos en eso debemos analizarlo con Vialidad Nacional y tomar la determinación de cerrarlo por tres meses” para evitar problemas a hacer un trabajo integral.

Fuente: Río Negro, 13/01