Con una demora de cinco años, finalmente concluyeron las obras de refuncionalización integral y ampliación del edificio torre del neuropsiquiátrico para adolescentes Tobar García, en el barrio de Barracas.

La semana pasada, la empresa constructora Riva entregó la tercera etapa de la obra al Ministerio de Salud porteño, cuyos voceros ayer, en medio de la renuncia de Jorge Lemus, no supieron precisar la fecha de inauguración de las nuevas instalaciones.

Los trabajos, con una inversión total de 28 millones de pesos, incluyeron la remodelación del subsuelo, donde funcionarán el archivo del hospital y el servicio de Nutrición, y la planta baja, que alojará la guardia, sala de espera y sector de informes. También, los pisos 1º, 2º, 3º, 4º, 5º y 6º, por los cuales se distribuirán los consultorios externos, servicios sociales, áreas administrativas, la dirección, el departamento de docencia e investigación, el laboratorio y el sector de informática.

Asimismo, se construyó un aula magna, con forma de anfiteatro.

En total, la obra total realizada en el Tobar García alcanzó 9000 m2 de ejecución; las dos primeras etapas, por 4500 m2, fueron inauguradas en mayo de 2008.

La fecha original de finalización de los trabajos estaba prevista para fines de 2007. Los trabajos fueron adjudicados por el gobierno de Aníbal Ibarra, que poco antes de ser destituido consiguió también la financiación del BID. Se preveía que la ejecución demandaría 18 meses, desde abril de 2006.

Pero pronto comenzaron los atrasos. Las luego permanentes demoras provocaron una fuerte acción de los profesionales del hospital, que llevaron el tema a la justicia porteña, reclamo que fue respaldado por varios legisladores de la oposición.

“El día en que los temas de salud, educación y acción social tengan prioridad como políticas de Estado, independientemente de quién gobierne, vamos a estar en una sociedad más adulta y de mejor calidad”, reflexionó ayer el médico Diego Friedman, jefe de la Sección Psiquiatría de Consultorios Externos del Tobar García, uno de los que más batalló por la concreción de las obras.

Fuente: La Nación, 13/09