Santa María de Oro, la lateral de la iglesia, será convertida en un sitio de esparcimiento y reunión de los lujaninos. Quieren potenciar el sector sur-este del centro departamental.

Con la premisa de recuperar el centro cívico del departamento la Municipalidad de Luján comenzó a remodelar veredas y calles que rodean la plaza, además de emprender un ambicioso plan de obras aluvionales, sanitarias y viales conexas en el corazón del municipio.

El proyecto tiene un plazo de ejecución de seis meses y un costo cercano a los 4 millones y medio de pesos. Desde el municipio anunciaron que la empresa Calzetta S.A. será la encargada de llevar adelante los trabajos.

El proyecto de intervención abarca las cuatro calles laterales de la plaza central del departamento (Balcarce, 20 de Setiembre, Santa María de Oro y San Martín). Además del significado histórico-cultural, la plaza cuenta con las principales actividades de la vida ciudadana: administración y gobierno, religión, comercio, recreación y esparcimiento.

Esta conjunción sumado a la carencia de espacios de reunión y encuentro que sufre la ciudad hacen que el proyecto en el sector cuente con gran aceptación de lujaninos y visitantes.

“Lamentablemente este nodo central también actúa de límite de desarrollo. Luján crece desde la plaza hacia el norte y el oeste, dejando al sector sur-este relegado. Por diversas causas, el área compuesta por siete manzanas comprendida entre calles 9 de Julio, Siria y Sargento Cabral no han podido desarrollarse y renovarse como se podría esperar por su localización, considerando que es una zona con un enorme potencial prácticamente en el centro de la ciudad”, aseguraron desde el municipio.

Respecto a los fines que persigue la ambiciosa obra, las autoridades municipales agregaron que el objetivo es “mejorar la calidad de vida de los habitantes y permitir su desarrollo en un marco de armonía e igualdad, y está vinculado al rol social que el espacio público cumple dentro de la trama urbana; siendo el espacio cívico, vinculante, generador de convivencia social y participativa. Esto permite pensar la intervención desde otra óptica más general que posibilite crear sinergias de desarrollo hacia sectores relegados”.

Con la peatonal frente a la Iglesia, otro de los fines de la obra es conformar un complejo con identidad propia, respetando valores socioculturales y buscando una continuidad arquitectónica con el espacio urbano existente.

Así, la propuesta genera una conexión este-oeste en la que se vincula la iglesia en un extremo y la Municipalidad en el otro. Extendiendo la plaza hacia estos dos lados para lograr una unión entre lo cívico y lo religioso, como principales polos concentradores de actividades. Delante de estos dos edificios enfrentados se crean dos grandes explanadas como espacios de reunión y paseo.

El conjunto se conformará como una gran plaza integrada donde además de facilitar y mejorar espacialmente las actividades cotidianas, permitirá la realización de eventos, fiestas y actos de carácter social, políticos y religiosos.

La conversión de la calle Santa María de Oro en peatonal tiene también un propósito mayor: “Actualmente el tránsito vehicular circula mayormente alrededor de la plaza, al generar una calle peatonal esto obliga a ampliar el circuito vehicular hacia la zona sur-este. Este flujo vehicular constante permitirá que esta zona relegada se vaya renovando e integrando paulatinamente, al ritmo de la dinámica urbana”, agregaron desde el gobierno municipal.

Además, las calles Balcarce y 20 de Setiembre se transformarán, cambiando por adoquín intertrabado e igualando su nivel al de las veredas, que se reformarán con nuevas baldosas y equipamiento urbano modernizado.

“Siempre es positivo que las ciudades crezcan en obra pública y sobre todo que generen espacios donde su gente pueda interactuar. Cuando vamos de vacaciones con mi familia a Chile siempre hablamos del avance de ellos en ese sentido. Estamos muy retrasados con respecto a muchas ciudades del mundo, porque acá lamentablemente tenemos otras prioridades, pero festejo que mi municipio crezca de a poco”, acotó María Laura Sánchez (45), una vecina que nació y permaneció toda su vida en Luján.

Por su parte, Cesar Blanco, otro vecino que habitualmente se mueve en el radio de la plaza departamental agregó: “Era una obra muy necesaria, la ciudad ha crecido mucho en habitantes y vehículos que circulan por esa zona y por lo que tengo entendido se va a agilizar el tránsito de autos, además de generar más espacios para los habitantes”.

Fuente: Los Andes de Mendoza, 18/04