Los derrumbes y la mala publicidad
Por Arq. Jorge Aslan, Aslan y Ezcurra y asoc., www.aslanyezcurra.com.ar
No hay que ser un genio para darse cuenta que las malas noticias venden más que las buenas. Muchos me preguntaron en el último año sobre los derrumbes en la Ciudad de Buenos Aires. Más allá de que yo no soy un perito y no tengo las herramientas para hablar sobre los que ocurrieron puntualmente este año, sí creo que es necesario poner a las cosas en contexto y en su justa dimensión. En el año 1960 se cayó un edificio entero. Sin embargo, no hubo tanto revuelo en los medios. La verdad es que Buenos Aires no ha tenido en los últimos tiempos más o menos derrumbes. El problema es la peligrosa publicidad expansiva que se genera a partir de estos penosos episodios que los responsables deberán responder ante la justicia.
En una obra los profesionales de la construcción -que son básicamente ingenieros y arquitectos- delegan la ejecución en los trabajadores que denominamos mano de obra. En Argentina, la industria de la construcción tuvo un muy buen momento a principios de los años 70 y luego fue bajando. En el país el nivel de la construcción bajó y esa mano de obra especializada comenzó a dedicarse a otros oficios.
Durante esa época se construía mucho: miles de viviendas económicas que absorbían una enorme cantidad de mano de obra. Siempre se habla que la actividad de la construcción es una actividad generadora de otras actividades. Si yo construyo una obra le estoy dando trabajo a la industria metalúrgica, a la mecánica, a la madera, a la cerámica, etc. Entonces cuando el nivel de la construcción disminuye porque no hay inversión, la gente se comienza a dedicar a otra cosa y es muy difícil volver a captarla.
Con el crecimiento en la construcción que hubo en los últimos años comenzaron a aparecen nuevos contratistas o subcontratistas muchas veces con mano de obra ocasional. Entonces si la supervisión de la obra no es una supervisión permanente y responsable puede producir desastres de un minuto para el otro. Se ha trabajado muchísimo mejorando higiene y seguridad. Se ha trabajado mucho para poder trabajar el concepto de que lo principal es que un operario de la construcción pueda volver a su casa sano y salvo, vivir dignamente con su familia después de una fatigosa jornada de trabajo. Sin embargo, hemos tenido dos o tres casos de derrumbe y entonces toda la industria de la construcción está cuestionada.
A esto se suman los detractores de la construcción. “que los edificios nuevos me tapan el sol”, “que el barrio ya no es lo que era”. La gente se manifiesta en contra de la construcción. La palabra torre se ha convertido en una mala palabra. Hay una demonización.
Pero hay que saber separar las aguas. Existen las malas gestiones y existe las buenas. Cuando uno firma una obra está comprometiéndose a hacerla bien dentro de los parámetros técnicos, firmes y seguros. Si esto falla, se deberán responder como corresponda.
Mario Hayón:
Quisiera aclararle a este arquitecto, que nosotros, los Maestros Mayores de Obra, también construimos, o sea que nos puede nombrar en sus comentarios.
No es “mala palabra” nombrarnos, aunque desde hace un tiempo para los arquitectos parecería que si.
Rodolfo B. Graciotti:
Si bien es cierto parte de lo que analiza el Arq. Aslan (nadie puede dudar de su trayectoria ancestral y conocimientos), el tema CONSTRUCCIÓN es mucho más abarcativo y dependiente, temporal y políticamente, ya que lo expuesto por él depende de factores de Políticas de Estado partiendo de lo cultural hacia la planificación territorial. A todo esto no debemos olvidar que los objetivos de quienes invierten en “ladrillos” no siempre apuntan a respuestas que comulguen con las denominadas “reglas del arte de la construcción” y menos aún de la tecnología y la actitud de servicio al semejante.
Mientras la profesión de Arquitecto se halle substancialmente cautiva de los negocios inmobiliarios privados y, porqué no, de obras públicas sin control y desvíos sospechados nunca habrá una respuesta de excelencia independientemente del rédito dinerario y la avaricia del poder.
Por otra parte a medida que pasa el tiempo, haciendo hincapié más que nada sobre el Arquitecto (verdadero responsable del Proyecto HABITAT), si las Universidades siguen desguazando los conocimientos técnicos antes exigibles y sólo embelesando a los jóvenes con los atrayentes programas que brinda el ordenador (PC) para dar una respuesta proyectual, ya sea DERRUMBES como mala calidad seguirán profundizando la siniestralidad.
Brunelleschi estuvo años para diseñar la cúpula de la Catedral de Florencia, dejando al mundo un inobjetable ejemplo de genialidad técnica y estética. Para ello no sólo había genio sino AMOR por la obra. Es música, arte pictórico y escultural simultáneos para su percepción y goce universal.
La formación, por ello final y nuevamente, debe tender a la EXCELENCIA en cualquier estadio educativo y luego de persistir con ese MODELO estratégico elemental en 2 o 3 generaciones veremos un territorio con ciudadanos responsables con dirigentes y docentes más respetables y respetados.
Con falsa modestia quizás, aclaro que mi bisabuelo paterno llegó de Italia a fines del XIX y formó con parte de sus diez hijos una incipiente Empresa Constructora que materializó mi abuelo en compañía de los hermanos de mi abuela paterna. Continuó esa maravillosa aventura incorporándose mi padre, luego conmigo y mis dos hermanos. Finalmente me vi obligado a dejar la misma en los ’90 del XX por razones obvias, al igual que aquéllos (Arquitectos ambos). Sin embargo continué con el derrotero Proyectando, Dirigiendo, Asesorando, etc..
Por ahora nada más
Que 2011 comience a forjar ese camino que todos soñamos, respetando la naturaleza y al “próximo” en paz y solidarios.
Carlos Scaglia:
Estimado colega:
Estoy muy de acuerdo con sus comentarios que deberían hacerse más públicos, pero lamentablemente no venderían. Quisiera agregar, si ud. me lo permite, que debemos prepararnos mejor en las universidades, las herramientas que nos entregan ya no son suficientes, entonces debemos recurrir a los posgrados o especializaciones, pero en el fondo de la cosa veo a los arqtos. jóvenes faltos de criterios para adoptar decisiones acertadas, si bien esto va de la mano de la experiencia, deberíamos profundizar sobre aspectos éticos, tècnicos y legales, los cuales sumados a la impronta artístico-creativa que nos son naturales creo que obtendríamos un perfil profesional más completo. Lo felicito por su comentario, además de por sus obras y la trayectoria de su estudio, un abrazo de colega…
P.D.: si viaja a Mendoza en algún momento, comuníquese conmigo que le auspiciaré de anfitrión, hasta cualquier momento…
Arq. Carlos A. Gutman Anderson:
Coincido absolutamente con los conceptos vertidos por el Arq. Jorge Aslan, miembro de un prestigioso Estudio de Arquitectura.
La industria de la construcción es una industria movilizadora y multiplicadora, pues mueve muchos gremios vinculados directamente a ella, y a los que se suman los de relación indirecta, caso los transportes o fletes. Es decir, que tiene un efecto multiplicador sobre la economía general.
Por eso es que es arriesgado opinar tan a la ligera acerca de estos desastres que nos tocan de cerca, y de los cuales, nadie está exento, pues aunque se hayan tomado todas las previsiones del caso, y se hagan los controles pertinentes, puede suceder una desgracia, a veces, por un pequeño factor no previsto, que produce un efecto dominó, y conlleva al derrumbe. Estos deben evitarse a toda costa, y hoy los profesionales debemos estar más atentos, y lógicamente, nos competen mayores responsabilidades.
Pero, no por ello, debemos ser tan duramente juzgados; se deben analizar todos los factores que condujeron a ese triste desenlace.
El resurgimiento de la inversión en el campo de la construcción ha hecho que mucha gente se interese en el tema, y para satisfacer tan alta demanda, se han formado ” Grupos ” de emprendedores, representados por siglas que están al frente, y a veces, hacen de Empresa Constructora, compitiendo con las empresas tradicionales y ya conocidas en el medio. Esto no es perjudicial en sí mismo; lo que hay que lograr es la especialización de dichos grupos, y de sus contratistas.
Otro punto importante sería volver a disponer de CREDITOS ( blandos ) para la construcción, y una mayor participación del Estado en el otorgamiento de los mismos para la construcción, con lo que se elevaría el número de obras para otros destinatarios de menor poder adquisitivo.
Favio:
Hay que volver a las fuentes, planificacion, consejo de planificacion ciudadana autarquico elegido por profesionales, desligado de coyuntura politica. Planificar para el largo plazo. Respetar y ajustar los codigos a la realidad tecnica actual, terminar con la maximizacion del m2 ! ( tambien habria que modificar la distribucion de las retenciones, que genera concentracion poblacional )
LUIS VANNI:
EN CORDOBA COEXISTEN CASI 10.OOO PROFESIONALES UNIVERSITARIOS DE LA CONSTRUCCION,HABILITADOS PARA LA CREACION DE VIVIENDAS.- AL MISMO TIEMPO FALTAN 350.000 VIVIENDAS ACTUALMENTE.- HOY FEBRERO 2011.- ME PREGUNTO NOS IMPORTA CUMPLIR CON NUESTROS SUEÑOS E IDEALES DE CONSTRUIR VIVIENDAS.- ESTAMOS CUMPLIENDO CON EL PROPOSITO DE LA UNIVERSIDAD DE HABERNOS PREPARADO PARA CREAR VIVIENDAS PARA LOS CORDOBESES O SOLO NOS INTERESA EL DINERO QUE SIGNIFICA ESTA TAREA Y NOS ENTREGAMOS MANSAMENTE,RENUNCIANDO A NUESTRO VERDADERO OBJETIVO.- PROYECTEMOS,CONDUZCAMOS,CONSTRUYAMOS VIVIENDAS DE CUALQUIER MATERIAL,LOS MAS CONVENIENTES,LOS DISPONIBLES,DANDO TRABAJO DIGNO A NUESTROS TRABAJADORES Y VIVIENDAS,COBIJO A LAS FAMILIAS QUE NO TIENEN TECHO.- LUIS VANNI.-CORDOBA.- luisvanni2011@hotmail.com.- 0351.156985890