El primer desarrollo geotérmico de Neuquén comienza a tomar forma y el gobierno neuquino se prepara para licitar una planta piloto entre agosto y septiembre para comenzar a explorar el área cercana al volcán Domuyo. La planta tendría una capacidad de 5 MW y demandaría una inversión cercana a los 18 millones de dólares.

El objetivo para esta primera etapa es realizar tres pozos exploratorios, que no superarían los 400 metros de profundidad y tendrían una inversión de entre 200 mil y 300 mil dólares cada uno. Además, se haría un productivo que tendría una profundidad de entre 800 y 1200 metros y su costo rondaría los 7 millones de dólares.

Hasta ahora hay dos empresas, una de Estados Unidos y otra de Japón, que se mostraron muy interesadas en el proyecto, pero aún no está confirmada su participación.

Hay dos factores que podrían postergar el proyecto: la principal tiene que ver con el coronavirus, si continúa el aislamiento obligatorio sería difícil avanzar con el proyecto. La otra tiene que ver con las condiciones climáticas que también podrían obligar a aplazar las tareas.

El proyecto ya está prefactibilizado por lo que están identificados los tres sitios de perforación para avanzar con la etapa piloto. Cuando esté terminado, tendrá una capacidad de aportar 90 MW de potencia y podría servir para el abastecimiento de la zona norte de la provincia, como así también, para exportar energía renovable hacia Chile. Se estima que la inversión total del proyecto demandaría cerca de 300 millones de dólares.

Las autoridades de la Agencia de Inversiones de Neuquén (ADI-NQN) están trabajando con la Cámara Geotérmica Argentina que actúa como enlace con firmas especialistas del rubro a nivel internacional.

El proyecto estará ubicado a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Varvarco en cercanías a las aguas termales. En esa zona se realizó un relevamiento de la infraestructura eléctrica y se determinó que es necesario invertir entre 1 millón y medio y 2 millones de dólares para que pueda funcionar la planta.