Vialidad pavimenta un tramo para que el agua de lluvia escurra rápido, pero los rosarinos aseguran que quedarán aislados.

Mientras se reemplaza el pavimento de asfalto por el de hormigón en el tramo del paraje San Martín, la obra de alcantarillado parece que deberá esperar mucho tiempo más.

La Dirección de Vialidad Provincial trabaja en la calzada de un sector de la ruta provincial 23 donde todos los años las lluvias dejan aislados a miles de pobladores que unen, por ese camino, Rosario de Lerma con Cerrillos.

La posibilidad de hacer una alcantarilla está frenada porque un vecino interpuso un recurso de amparo ante la justicia para impedir la canalización y el alcantarillado. El motivo: media docena de pobladores se inunda al recibir estas aguas.

Cronología

Según Vialidad, con el trabajo actual “se logrará que en caso de fuertes tormentas la ruta quede transitable apenas desciendan las aguas, sin roturas en la calzada”.

Si tomamos en cuenta la cronología de los últimos anegamientos sufridos en el paraje San Martín, distante a cuatro kilómetros de Rosario de Lerma, la ruta quedó cortada por espacio de cinco horas en muchas ocasiones. Ambulancias y colectivos tuvieron que desviar su rumbo por Quijano para llegar a destino, con una hora más de viaje, y tampoco hay rutas alternativas por el anegamiento del sector.

Vialidad admite que “con una fuerte lluvia el agua cruza sobre el camino destruyendo el pavimento y produciendo erosión, dejando la ruta en muy mal estado, lo que hace necesario muchas veces restituir el tránsito rápidamente enripiando y compactando, para luego que pasa el período estival, volver a asfaltar”.

Sin embargo no especifica si, pese al pavimento nuevo, será seguro cruzar y aventurarse a pasar el caudal de agua que se produce en el lugar, y en el peor de los casos, cuantos vecinos se inundarán aguas abajo de este cruce.

Fuente: El Tribuno de Salta, 04/11