En menos de dos meses, el sueño de viajar a Concepción con mayor seguridad vial se convertirá en realidad. Eso promete el jefe del III Distrito de Vialidad Nacional, Jorge Gastiazoro, quien anunció que en junio quedará habilitada la nueva ruta 38 en el tramo que une Monteros con la “Perla del Sur”, además de una serie de puentes, accesos y obras complementarias entre la capital y Famaillá.
Para quienes transitan con frecuencia los 70 kilómetros que unen San Miguel de Tucumán y Concepción, el nuevo camino significará un gran cambio, porque representará una alternativa a la transitada traza actual, rebautizada como la “ruta de la muerte” por el alto número de víctimas fatales en accidentes de tránsito. Además, será un reaseguro durante la zafra cañera, dado que no pueden circular rastras por la nueva calzada.
Según Gastiazoro, la obra en construcción es compleja y tiene características constructivas y de seguridad superiores a las de una ruta común. Por ejemplo, dijo que en los 23 kilómetros entre Monteros a Concepción se consolidaron 2 millones de metros cúbicos de suelo y terraplenes. Además, los puentes sobre ríos se fundaron con pilotes de alta resistencia para prevenir daños durante las crecidas en verano.
“Pasamos por arriba de cuatro rutas provinciales y de tres caminos vecinales, que son pasos cañeros de mucho tránsito. Los conectamos de un lado al otro de la autopista por debajo de la calzada. El puente sobre el río Gastona tiene 470 metros de largo y un ancho de casi 14 metros de calzada, porque el diseño incorpora el ancho de las banquinas pavimentadas. Todos los puentes y pasos se hicieron del doble de las dimensiones comunes para mayor seguridad”, resaltó.

Las dimensiones

Gastiazoro señaló que la nueva autovía, denominada Ruta Nacional 38-1-V (Primera Variante) lleva muchos más terraplenes y puentes -y de mayores dimensiones-, que lo requerido en un camino de llanura. Mientras que en una ruta común los terraplenes tienen 1,5 metro de alto, en este caso miden 3,5 metros, con topes de 6 o 7 metros.
“Esto ocurre en los acercamientos a ríos, como el Gastona, el Balderrama o el río Seco, donde se hicieron pendientes de taludes y la base de apoyo llega a medidas muy grandes para que no haya erosión -afirmó-. Las fundaciones de los puentes en los ríos son mucho más profundas que lo normal, con pilotes que llegan a 25 metros de profundidad en algunos casos. No son premoldeados e hincados con martinete, como es lo corriente, sino que se llenan con hormigón armado desde abajo hacia arriba.  En los cruces sobre caminos se hicieron terraplenes mecánicamente armados, que cuentan con una gran capacidad de carga”, dijo.

Control de acceso

En lugares críticos se hicieron controles de acceso, como ocurrió en la zona del Mercofrut, donde se levantaron las dos calzadas con dos puentes para que pasara la avenida Democracia.  Algo similar se hizo en el cruce con la ruta 322 (a Campo de Herrera y a Bella Vista), que quedó conectada a través de distintos brazos con la autopista principal. También se elevaron  las calzadas -vieja y nueva- sobre dos pasos cañeros hacia el ingenio Bella Vista.  En el acceso a Concepción (tres kilómetros de la ruta 65 a las Estancias, y la ruta a Monteagudo) se construyó un gran nudo para conectar las distintas vías.
Complementariamente, Gastiazoro precisó que, actualmente, se encuentra en construcción el tramo de la nueva ruta que une  las ciudades de Juan Bautista Alberdi y de Aguilares (es la denominada primera sección), y que está en proceso de adjudicación el segmento entre Aguilares y Concepción (segunda sección).

Fuente: La Gaceta de Tucumán, 27/04