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EL INFORME ONU-HABITAT 2012 SOBRE LAS CIUDADES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Y EL TEMA DE LA VIVIENDA

En el análisis de la problemática de la vivienda y la calidad y uso del espacio público es común observar cómo se ponen de manifiesto las diferencias conceptuales entre los distintos enfoques del tema.

La preocupación por sostener principios como la propiedad de la vivienda y/o el suelo y la permanencia y preeminencia del mercado como regulador de los procesos y accesos, es la constante que muestran todos los estudios y recopilaciones que tienen un enfoque liberal o neoliberal.

En cambio, el acento puesto en las personas, sus expectativas de vida, sueños e ilusiones y como contribuye para ello la realidad productiva, social y de gobernanza en la cual se encuentran insertos, suele ser el enfoque predominante de las visiones mas heterodoxas.

Como ejercicio; párrafos (extraídos del informe ONU-Hábitat) que contienen conceptos entre heterodoxos y liberales expuestos como conclusiones acerca de la realidad de América Latina y del Caribe, se comparan con una visión mas heterodoxa de la realidad del Buenos Aires Metropolitano, con el único objetivo de alentar a realizar análisis o estudios académicos que con mayor claridad se identifiquen en sus posiciones doctrinarias y de esta manera ayudar al lector a asumir sus propias posiciones.

1 – La visión del informe ONU-Hábitat

“La vivienda no es solo un techo para abrigarse, también es un lugar para vivir y reunir a la familia. Para muchos, es el patrimonio mas importante en términos monetarios y, a veces, afectivo; la mayor inversión de una vida y, frecuentemente, el lugar donde se generan los recursos que sustentan el hogar. La vivienda es, además, la unidad básica del crecimiento urbano. Define los barrios, las demandas de movilidad, de servicios y gran parte de nuestra relación con la ciudad y el entorno ambiental.”

“La inequidad y la pobreza se expresan en la importancia de los tugurios en las ciudades de la región. En general, se ha logrado disminuir la proporción de habitantes que vive en tugurios, pero la población actual en esas áreas es todavía de 111 millones de personas, una cifra mayor que hace veinte años.”

“El problema de la vivienda no es solo la insuficiente cantidad, sino también las condiciones en las que se encuentra una alta proporción de ellas en acceso a servicios públicos, espacio y materiales de construcción. Muchas se concentran en áreas segregadas social y espacialmente, que reciben denominaciones diversas según los países, como tugurios, ranchos, villas, favelas o cinturones miseria.

Evaluar las carencias habitacionales resulta aun mas difícil que estimar el déficit cuantitativo puesto que se trata de un fenómeno amplio, con múltiples causas y manifestaciones. Si bien en muchos países se ha mejorado el sistema de recopilación de datos y unificado algunos criterios, el tipo de información recabada todavía esta lejos de permitir un análisis comparado y aceptado del fenómeno”

“En virtud de esa definición, (la de tugurio) uno de cada cuatro habitantes de la región vive en condiciones de tugurio, una manifestación física y espacial de la pobreza y la desigualdad que, son fenómenos persistentes en la región.”

“Para evaluar las condiciones habitacionales en toda su complejidad, seria necesario considerar la vivienda, no de forma aislada, sino en relación con el entorno y la ciudad, aspectos que aun no están contemplados en las mediciones internacionales.”

Algunas estadísticas parecen poco congruentes

“En los últimos veinte años, se han mejorado considerablemente las condiciones de acceso a los servicios básicos para los hogares de la región. Actualmente, la electricidad en áreas urbanas es un servicio casi universal (entre el 97% y el 100% de cobertura). El 97% de la población urbana tiene acceso a agua mejorada y el 86% dispone de saneamiento, pero esas tasas no tienen en cuentan las condiciones de provisión del servicio, ni su precio o calidad.

Durante ese mismo período, la proporción de población urbana viviendo en condiciones de tugurio disminuyo en 9 puntos porcentuales (pasando de 33% a 24%). Los esfuerzos realizados no fueron suficientes para reducir la cantidad absoluta de personas en estas condiciones, que aumento de 106 a 111 millones.”

El enfoque de la propiedad – Apoyo al régimen de viviendas en alquiler

“Las encuestas realizadas periódicamente a los hogares de la región muestran que la vivienda en propiedad es la principal forma jurídica de tenencia en la región, independientemente del tamaño de la ciudad. Pese a las grandes diferencias económicas existentes en la región, no se ha detectado una relación clara entre el nivel económico de un país y la distribución de la tenencia entre propietarios, arrendatarios y otros moradores.”

“Pese a su importancia económica y social, las políticas enfocadas al alquiler están poco desarrolladas en la región. Los grupos de bajos ingresos podrían encontrar alternativas de vivienda en areas urbanas consolidadas si se adoptaran programas de subsidio para el alquiler focalizados en ellos. Esto tendría una incidencia positiva sobre su nivel de ingresos reales, sus condiciones habitacionales y la calidad de vida de las familias, mientras que evitaría a la ciudad gastos públicos asociados a la urbanización ilegal.”

El problema de la tierra: Una visión todavía mercadista

“El problema es que la tierra no solo tiene una función económica, también tiene un fin social inherente. La adquisición de suelo, ya sea en el mercado formal o informal, es uno de los vehículos principales de acceso a la vivienda. También determina las formas y condiciones de la expansión urbana. Las politicas de vivienda, las politicas urbanas y las politicas de reducción de la pobreza no pueden abordarse ignorando las condiciones del mercado de la tierra, incluyendo su componente informal”.

También los subsidios como mecanismo hacia el mercado

“En el pasado, las tentativas de subsidio masivo a la oferta de vivienda no fueron muy exitosas ya que no permitían optimizar los costos. Sin embargo, vale la pena destacar el interés de este mecanismo para facilitar o acelerar la adaptación de la oferta de viviendas y servicios hacia tipologias y productos de interés social, que no se generan espontáneamente por no tener suficiente rentabilidad inmediata”.

2 – Vivienda Social y Espacios Públicos – Nuestra visión del tema desde la realidad Buenos Aires metropolitano

Actualmente, en el Area Metropolitana de Buenos Aires hay alrededor de un 15% de la población viviendo en condiciones de marginalidad habitacional. Esto es alrededor de 2 millones de personas. Esta cantidad es mayor que la que había hace 20 años, aunque proporcionalmente hubo una disminución pequeña.

Realidad penosa ésta que es una consecuencia directa de la aplicación durante décadas y aún siglos, de políticas liberales y neoliberales que generan acaparamiento de tierras, concentración del poder y de la riqueza, vaciamiento de las áreas rurales, inestabilidad laboral y en la radicación de las familias, desintegración familiar, acceso restringido a la educación, salud, servicios, transporte y profunda injusticia social, que no tiene ninguna posibilidad de ser resuelta dentro del sistema actualmente vigente.

Las personas que sin recursos se acercan a las áreas urbanas (a veces como refugiados del sistema económico y a veces atraídos por esperanzas e ilusiones que muy pocas veces se cumplen) no encuentran otro lugar para instalarse que las zonas marginales, generalmente inundables o sin aptitud para recibir vivienda humana, o en los huecos de las “villas miseria” o de los asentamientos ya existentes (que de esta manera no paran de crecer) para vivir de allí en más una vida miserable en sucuchos hechos precariamente con chapas, cartones o plásticos, sin agua ni servicio eléctrico, sin cloacas ni combustibles.

Son personas cuya educación escasa no les permite insertarse en un empleo fijo, ni tener conciencia real de sus derechos como para reclamar adecuadamente por ellos, encontrándose generalmente superados por el esfuerzo diario de obtener un mínimo sustento y doblegados ante el desprecio de una gran parte del resto de la sociedad y por el abandono del Estado (que debería constitucionalmente protegerlos).

Mayoritariamente los estados, en sus diferentes niveles de incumbencia, solo reaccionan espasmódicamente, en forma generalmente improvisada y socialmente ineficiente, con pequeñas acciones reparadoras, aplicadas cuidadosamente para que, con pequeñas inversiones, se vean como acciones importantes y dando una imagen de preocupación por los pobres y desarraigados que, con demasiada frecuencia, suele ser solo superficial o fingida.

Es notable, como contraproposición a las posturas anteriores, el apoyo oficial a las actividades especulativas. Una parte importante de la renta sobrante de la soja y los transgénicos se volcó a la construcción de viviendas como seguro de valor. Si bien no hay datos precisos, se estima que unas 150 mil viviendas construidas en los últimos años se encuentran vacías en la Ciudad Autónoma de Buenos Airtes.

En los “barrios” tener la propiedad de la tierra resulta menos importante que disfrutar del usufructo de la vivienda, pero muchos proyectos se frustran antes de comenzar por cuestiones jurídicas acerca de la titularidad de los bienes, las dimensiones y límites de los terrenos, las hipotecas, etc. Si a ello se agrega la intención (nunca concretada por cierto) de querer prorratear los gastos comunes entre todos los habitantes de un edificio recién construido de varios pisos, tenemos una clara percepción del choque cultural que la villa o el asentamiento provoca en un sistema jurídico basado en la propiedad privada individual.

La visión economicista de la realidad hace naufragar aún las mejores intenciones y los esfuerzos de las personas (incluidos los funcionarios) mejor dispuestas para encarar esta problemática esencial y es entonces cuando surgen, para cubrir el vacío, las posturas generalizadoras, principalmente impulsadas por centros académicos o “fuerzas de tareas” supuestamente especializados que aplican análisis y metodologías “racionales y realistas” que hasta ahora han demostrado poca o nula eficacia.

Esta misma dicotomía se manifiesta en la importancia que se le otorga a los espacios públicos. La norma de los espacios públicos en los barrios de mayores recursos pueden ser cuidadas plazas, con esculturas-monumentos y buen equipamiento. En los barrios marginales “los espacios públicos” suelen ser potreros para la práctica del fútbol, sin infraestructura, que en ocasiones se convierten en tierra de nadie ya que su cuidado queda a cargo de los vecinos.

Solo en aquellos barrios cuyos habitantes muestran una mejor predisposición hacia la vida comunitaria, la vida en las calles y los pequeños espacios abiertos, se logra cumplir por momentos una función socializadora. En los barrios de mayores recursos, el espacio público les es dado por el o los gobiernos de turno, en los barrios marginales, el espacio público lo generan los vecinos o no existe.

Fuente: http://www.arqsustentable.net

1 comentario en Habitat 2012

  1. 1

    Horacio:

    # 09/11/2012

    Deseo tener mas informacion sobre el habitat con respecto a las fechas de reunion e informacion gral.-

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