Dicen que no habían apuntalado correctamente la medianera mientras hacían el pozo. La UOCRA y los vecinos habían hecho varias denuncias. Pero los inspectores de la Ciudad no clausuraron la obra.

“Ha habido una enorme impericia por parte de la autoridad técnica de la obra, del ingeniero a cargo, que en este caso es la misma persona que el dueño de la constructora”, dijo el jefe de Gobierno, cuando sólo se había confirmado la existencia de una persona muerta bajo los escombros.
El Gobierno anunció que se presentará como querellante en la causa penal que se inició por “homicidio culposo y lesiones” contra el responsable de la obra, que provocó el derrumbe del edificio lindero.
Según información que la Ciudad difundió por la tarde, peritos de Bomberos y de la Dirección local de Emergencias, que evaluaron la forma en que se estaba realizando el pozo detectaron graves fallas , que habrían determinado el derrumbe del edificio lindero.
“El responsable de la obra, Guillermo Hecaya Varela, no ha cumplido en lo más mínimo con lo que había presentado en la documentación. Modificó completamente la secuencia de excavación y no cumpió con condiciones de seguridad para colocar el tabique que sostiene la medianera”, dijo a este diario el subsecretario de Planeamiento, Héctor Lostri.
“De acuerdo a la técnica constructiva, el subsuelo se puede abrir cada metro y medio, para colocar los tabiques, pero aquí se hizo a distancias de al menos tres metros , para terminar en un par de días una excavación que puede llevar tres semanas”, agregó Lostri.
El gremio de la UOCRA había asegurado, entre otros puntos, que no estaban apuntalando los muros medianeros. La denuncia fue recibida por la Dirección de Higiene y Seguridad en el Trabajo –que controla las condiciones en que trabajan los obreros– pero no fue trasladada a la Dirección de Fiscalización y Control, que depende de la Agencia Gubernamental de Control y es la que debe vigilar que la obra no ponga en riesgo las construcciones linderas.

Los inspectores de Fiscalización y Control concurrieron por las denuncias de los vecinos por ruidos molestos y faltante de cartel en el lugar, pero no con la denuncia de la obra. Además de falta de limpieza en la demolición y excavación, el gremio también había denunciado deficiencias, por ejemplo, en el cumplimiento de “las distancias de seguridad en la zona de demolición”.
Los inspectores se retiraron sin ingresar, porque no vieron actividad, pero no clausuraron la obra. Así, se inició el pozo para construir un edificio en el lugar sin las medidas de seguridad adecuadas y se derrumbó la construcción lindera, con dos negocios en la planta baja y un gimnasio en los dos pisos superiores.
En lo que va de este año hubo más de 4.500 denuncias vecionales por supuestas irregularidades en obras.

Fuente: Clarín, 11/08

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