Aslan y Ezcurra y asoc. (www.aslanyezcurra.com.ar) estuvo a cargo de la dirección de la obra de la Embajada Argentina en Brasilia, Brasil. Su contratación surgió de licitación pública internacional. Se concretó en alianza con el profesional local Sergio Fittipaldi.

“Representó un interesante desafío trabajar en medio del extraño fenómeno que representa el urbanismo de una ciudad proyectada totalmente en el tablero y grandes edificios modernos muy conocidos“, relata Jorge Aslan, director del estudio.

Se trabajó sobre la idea de Cancillería de acceder a la Embajada desde la ruta superior y dejar la ruta inferior para futuro acceso de la vivienda del embajador. Esto dio vida a la idea de Aslan y Ezcurra de levantar el edificio hasta una cota superior al nivel de esta ruta.

Enmarcada por una vegetación tupida, el proyecto dispone una plataforma de acceso que incluye un espacio verde propio, un gran espejo de agua —previsto para equilibrar las épocas de grandes sequías— y una gran columnata frontal, que funciona como fachada exterior. La incorporación de un patio central permite configurar el edificio, que vuelca hacia el exterior todos los locales funcionales. La distribución está planteada a través del hall de acceso. Desde allí se llega al sistema consular, con oficinas independientes hacia la izquierda. El público circula por un espacio de doble altura alrededor del patio y una escalera lleva a la planta superior, donde se ubican las funciones de representación. La circulación interior que rodea al patio toma las características de un claustro cerrado.