El Día de la Construcción se festeja, desde 1955, cada 17 de noviembre. La fecha tiene un significado universalista pues ese día, en el año 1869, se habilitó al tráfico mundial en el Canal de Suez, obra en la que participaron desde el estudio del proyecto hasta su ejecución hombres de diversos países.

“Los constructores día a día afrontamos el desafío de desarrollar esta querida actividad. La vocación por construir importa para aquellos que la abrazamos una serie de gratificaciones y frustraciones, pero por encima de todas las dificultades, el constructor ostenta un obstinado optimismo”, reflexionó el titular de la Cámara de la Construcción, delegación ciudad de Santa Fe, Ing. Adrián Dip (Cocyar).

Recordó que “hace 10 años, la construcción soportaba quizás la peor crisis histórica, pero su incorregible espíritu optimista, esa actitud positiva que está incorporada en el pensar y en el proceder del constructor de todos los tiempos, contribuyó con propuestas y hechos en el resurgimiento, no sólo de la actividad, sino también se convirtió en elemento de tracción de la economía nacional toda”.

Ante una consulta, Dip explicó que “los niveles de actividad son buenos y vienen sosteniéndose durante el último año”, lo que en esta capital “se ve reflejado con la gran cantidad de nuevos emprendimientos que vemos a diario, fundamentalmente con la construcción de departamentos”.

Aunque “esperamos que el nivel de actividad se mantenga y crezca en el próximo período”, el titular de la CAC local no dejó de reconocer que “aparecen problemas, inconvenientes y preocupaciones que frenan el normal desarrollo y desenvolvimiento del sector. Un ejemplo es la situación financiera, ya que con las tasas de interés y los niveles de inflación actuales, ante la mora en el pago de cualquier tipo de acreencias, sea de certificados de obra y/o redeterminaciones de precio, producen un perjuicio enorme porque ‘ahogan’ de tal manera a las empresas que ponen en riesgo su capital de trabajo y por ende la fuente de empleo. No es justo que nuestras Pymes constructoras familiares se descapitalicen tratando de cumplir con las obligaciones contractuales asumidas con el Estado y/o atendiendo reclamos por encima de los establecidos legalmente. Eso no puede ocurrir”, subrayó.

Más adelante, Dip sostuvo que la delegación de la CAC que preside “está dispuesta a trabajar juntamente con funcionarios, legisladores y representantes gremiales, para buscar soluciones a los problemas que continuamente afectan el sector y el desarrollo de las obras. Desde hace tiempo, no alentamos quejas sino propuestas y colaboración, en la búsqueda de soluciones.