Los trabajadores de la construcción tendrán un incremento salarial del 24%, según un acuerdo firmado entre la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) y la Cámara Argentina de la Construcción (CAM), que ayer anunció la entidad sindical.
Además, se negocia aún el pago de una suma no remunerativa con los salarios en cuatro meses: mayo, julio, septiembre y octubre, de la que no se informó el monto, pero que en la práctica elevaría la cuantía de la mejora salarial entre un 2,5 y un 3 por ciento.
El acuerdo será formalmente anunciado pasado mañana en Casa de Gobierno luego de que los dirigentes tanto del sector empresario como sindical se reúnan con la presidenta Cristina Kirchner.
Eso mismo ocurrió cuando el líder de los camioneros, Hugo Moyano, anunció un acuerdo por un alza salarial también del 24%, para los trabajadores de esa actividad. Aquel anuncio en la Casa Rosada, hecho con varios meses de anticipación -ya que el convenio de Camioneros vence en junio-, buscó ser un mensaje de pedido de moderación para otros gremios, que reclaman incrementos que superan, por lo general, el 30 por ciento.
El acuerdo establece que la recomposición del 24% se hará efectiva en cuatro etapas: los salarios aumentarán un 12% a partir de los sueldos de abril (que se están pagando por estos días); luego subirán otro 6% en el mes de julio; otro 6% se aplicará a partir de los salarios de agosto y, por último, los ingresos se elevarán otro 6% con los sueldos de octubre.
Esta semana hubo gestiones vinculadas con los reclamos salariales de otros grandes gremios, como bancarios, metalúrgicos y comercio, pero aún no llegaron a cerrar un pacto. En los dos primeros casos, rige el período de conciliación obligatoria, dictada por el Ministerio de Trabajo para evitar que se concretaran paros que se habían iniciado.
En el caso de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el secretario general, Antonio Caló, anunció paros a partir del 12 de este mes si antes no se cierra un acuerdo que lleve el salario básico inicial a los 3500 pesos.

Fuente: La Nación, 7/05