Estará ubicada en un predio de casi 15 mil metros cuadrados, detrás del distrito sur de Rosario. Emplazamiento que, entre otros aspectos, privilegia a dicha zona, dada su gran tradición de libros y lectura, como sede de la biblioteca Vigil y por su recordada movida cultural en la década del ’60.
Ganadores y jurado. El proyecto ganador pertenece al estudio AFT Arquitectos, de Córdoba. El segundo trabajo premiado fue el de la arquitecta rosarina Jessica Vidalle y, el tercero, para los arquitectos Mario Báez y Adrián Durán, de Montevideo, Uruguay. En total, se presentaron 127 proyectos y también hubo nueve menciones.
La propuesta se resuelve en un delicado equilibrio entre simplicidad de recursos y riqueza programática, traducido en una biblioteca tipológicamente renovada, atractiva, estimulante y útil para su comunidad, al tiempo que ofrece racionalidad, economía y eficiencia. Así, una serie de estímulos iniciales se conviertan en el primer atractivo para aquellos que difícilmente visitarían una biblioteca, para después naturalmente desarrollar un interés genuino.
Muy permeable. La distinción entre espacio interior y exterior se reducen al mínimo, para reforzar la idea de permeabilidad. Simplemente se establecen categorías para resolver necesidades funcionales entre las actividades exteriores de carácter masivo y interiores, lógicamente de menor escala. Los patios internos permiten actividades al aire libre y garantizan un eficiente uso de iluminación y ventilación natural, sin comprometer la seguridad de las personas ni de los libros.
Sólo madera. Se considera la madera como material por excelencia para el proyecto, dado su comportamiento medioambiental. Demanda un menor gasto energético en su producción y transformación, es un recurso renovable, reciclable, aislante, no contaminante y puede cumplir los requisitos de resistencia al fuego que un edificio público demanda.
Simplicidad. Se desarrolla un sistema constructivo simple, eficiente, veloz y económico. Los módulos son múltiplos de 0.60 m, 1.20 m, 2.40 m y 3.60 m, medidas habituales en los materiales de construcción en seco, para minimizar los desperdicios y el uso de energía.

Fuente: La Voz de Córodoba, 26/08