El trazado incluiría Santos-Campo Grande (Brasil), Puerto Suárez (Bolivia) e Ilo (Perú) y su coste se calcula en nada menos que 14.000 millones de dólares

El viceministro alemán de Transportes e Infraestructura Digital, Rainer Bomba, suscribió el miércoles junto al ministro boliviano de Obras Públicas, Milton Claros, un memorándum de entendimiento para consolidar el Corredor Bioceánico de Integración, acto que se realizó en la Cancillería y al que asistió el presidente Evo Morales.

“Estamos convencidos que el ‘tren bioceánico’ entre Brasil, Bolivia y Perú será el Canal de Panamá del siglo XXI”, destacó el mandatario.

También Brasil se sumó el miércoles en una reunión técnica en La Paz al proyecto de construcción del “tren bioceánico” con financiamiento de Alemania y Suiza, que beneficiará el comercio de cinco naciones sudamericanas.

La vía férrea que unirá el Atlántico con el Pacífico comenzaría en la costa de Brasil, cruzaría la selva amazónica y la cordillera de los Andes y terminaría en el litoral peruano tras pasar por Bolivia.

Bolivia apuesta fuerte por esta obra porque quiere evitar el uso de puertos del norte de Chile, país con el que mantiene un litigio histórico por una salida soberana al mar. El trazado incluiría Santos-Campo Grande (Brasil), Puerto Suárez (Bolivia) e Ilo (Perú) y su coste se calcula en nada menos que 14.000 millones de dólares, según el estudio técnico hecho por Bolivia.

El “tren bioceánico” también podría beneficiar a otros países porque la ciudad boliviana de Puerto Quijarro serviría como punto de enlace entre una futura hidrovía Paraguay-Paraná y la ferrovía para exportar productos de Paraguay, Uruguay y Argentina por el océano Pacífico.