Japón reconoció la importancia de una arquitectura enfocada a la gente premiando, al final del mes pasado, al arquitecto mexicano Lagorreta con el “Praemium Imperale”.
Los “Praemium Imperiale” son el reconocimiento más prestigioso del país asiático en el terreno de las artes.
Luego de la tragedia del pasado 11 de marzo, parece que los japoneses valoraron la necesidad de una arquitectura que haga feliz a la gente.

Durante el encuentro, el arquitecto mexicano calificó que el momento actual “constituye una oportunidad increíble” para hacer feliz a los habitantes del noreste del país a través de una nueva arquitectura.
Exhibió como ejemplo el terremoto de México en 1985 que logro hacer reaccionar con pasión a los arquitectos del país. Precisó que la perfección no reside en el edificio más caro o el edificio más alto.
Sic…”Tenemos que hacer casas y edificios que hagan feliz a la gente, más que para que salgan en las revistas, porque la arquitectura es social”…
Lagorreta nació en 1931 en México D.F. Descubrió de niño las cualidades que atribuye a su profesión recorriendo el país con su padre.
Cuenta que, en un pueblo, le preguntó a un hombre por qué había hecho una ventana en un tabique concreto. El hombre le contestó: “Estuve estudiando la trayectoria del sol y me di cuenta de que si abría una ventana en ese lugar, la luz matutina inundaría la mesa a la hora del desayuno”. Fue entonces cuando apreció la importancia básica del espacio, del uso de la luz, del agua y del color en arquitectura.