La combinación inteligente de soluciones constructivas permite el uso eficiente de la energía, contribuyendo a su ahorro. Dos prototipos de vivienda presentados recientemente nos acercan conceptos, ideas que no podemos dejar de tener en cuenta a la hora de proyectar. El Arq. Pablo Azqueta -Consultor en Eficiencia Energética, Patología y Física Aplicada en la Edificación; miembro del Comité Ejecutivo de INTI Construcciones y de diversos subcomités de IRAM; consultor de BASF Argentina y autor de la “CasaE” -, introduce el artículo reflexionando sobre la sustentabilidad edilicia

El concepto mismo de Sustentabilidad resulta hoy polémico. En primer lugar, porque éste no es un hecho relativo que nos permita comparar distintos grados de sustentabilidad. Se es o no se es sustentable. Prefiero en cambio referirme a la insustentabilidad, lo que nos permite sí tomar un proyecto o un edificio y contrastarlo.
Fernando Diez, de quien adopto esta idea, expresó recientemente que: “Hablar de sustentabilidad en lugar de insustentabilidad ya es en sí mismo un modo de acomodación que mira lo poco que hacemos en la dirección correcta y se niega a considerar lo mucho que seguimos haciendo en dirección a la catástrofe mundial.”
En un reportaje a Helio Piñón en Buenos Aires el año pasado, éste aportaba a la polémica diciendo: “Creo que la sustentabilidad es el último fetiche comercial que se ha lanzado al mundo de la arquitectura, porque la arquitectura de calidad siempre ha sido sustentable”.
La Arquitectura padece hoy de un exceso de adjetivación. Si además lo que la califica es su condición de sustentable, el problema se agrava. Sustentable como adjetivo, es una expresión ambigua e imprecisa que, aplicada arbitraria e indiscriminadamente a innumerables productos o procesos, se ha ido vaciando de contenido.
Un verdadero enfoque de la Arquitectura y del Diseño Urbano que apunte a la reducción de dicha insustentabilidad, se debería apoyar, al menos, en dos aspectos fundamentales: el uso racional y eficiente de los recursos, tanto energéticos como materiales y la minimización del impacto ambiental de la implantación, producción y uso de los edificios (1).
Las acciones concretas que responden a estos conceptos son, básicamente: la adecuación a las condiciones del sitio, lo cual implica innumerables y variados aspectos, tanto morfológicos como materiales.
En particular cabría mencionar: la localización, la compacidad y las orientaciones; las protecciones y el aprovechamiento de las condiciones climáticas tales como: la iluminación natural, el asoleamiento, las ventilaciones; el diseño de la envolvente con una apropiada relación entre superficies opacas y vidriadas y el adecuado aislamiento térmico; la utilización de fuentes renovables de energía; el uso racional del agua y el aprovechamiento de la lluvia y por último, tender al uso de materiales y tecnologías con una elevada eco-eficiencia (LCA) (2), sin olvidarse de procurar la mitigación de las emisiones de CO2 y otros contaminantes, ni el correcto tratamiento de residuos y efluentes.

CASA E, La CASA DE LA EFICIENCIA ENERGETICA

BASF presentó su primera Casa de la Eficiencia Energética (CasaE) en América del Sur, en el marco del bicentenario de la República Argentina. Construida con la más alta tecnología a nivel mundial, muestra una gran diversidad de soluciones aplicadas en una vivienda eficiente, sustentable, innovadora y confortable.
Emplazada en la Planta de Producción de BASF en Tortuguitas, Prov. de Buenos Aires, posee una superficie cubierta de unos 200 metros cuadrados resueltos en 2 plantas. Cuenta con living comedor, toilette, cocina, un salón de usos múltiples o quincho, galería. Y dos dormitorios con un baño completo en planta alta.
La CasaE presenta soluciones tecnológicas de avanzada con materiales innovadores como plásticos celulares, poliuretanos, químicos para la construcción, pinturas decorativas y pigmentos especiales de última generación. Estas soluciones y el eficiente aislamiento térmico permiten lograr un ahorro de aproximadamente 70% de toda la energía necesaria para su funcionamiento. Cuenta  con avanzados equipos de medición que permitirán comprobar su comportamiento y realizar estudios con universidades y con el INTI.
“ Nuestro compromiso es crear química con el objetivo de ofrecer soluciones innovadoras y económicamente viables para la construcción del futuro”, explica Diego López Casanello, Presidente de BASF Argentina.
Las tecnologías aplicadas permiten a constructoras, desarrollistas y arquitectos analizar diferentes maneras de proyectar edificios o casas sustentables a costos competitivos con respecto a la construcción tradicional.

LA CASA ALEMANA

Es un prototipo de casa energéticamente eficiente que recorrerá 13 ciudades latinoamericanas, mostrando nuevas e innovadoras tecnologías alemanas para la construcción de viviendas y abastecimiento energético mediante el aprovechamiento de la energía solar, logrando más confort y un importante ahorro de energía.
La “Casa Alemana” demuestra que la estética y el confort son capaces de armonizar con la eficiencia energética y el uso de energías renovables: uniendo arquitectura sofisticada y tecnología innovadora, se demuestra que la sustentabilidad, así como la calidad del diseño, son conceptos viables con gran potencial en los mercados latinoamericanos.
Esta exposición se basa en las propuestas de modelo de vivienda sustentable de la Universidad Técnica de Darmstadt ganadoras en 2007 y 2009 del concurso internacional de arquitectura e ingeniería “Solar Decathlon”, patrocinado por el Departamento de Energía de los EE.UU.
A través de una exposición itinerante, enmarcada dentro de la Iniciativa de Exportación en Energías Renovables y Eficiencia Energética de la República Federal de Alemania, se podrá ver y vivir la “Casa Alemana” a lo largo de toda Latinoamérica. Esta exposición es impulsada por el Ministerio Federal de Economía y Tecnología de Alemania (BMWi) junto con el Ministerio Federal de Transportes, Obras Públicas y Urbanismo de Alemania (BMVBS).
La Casa Alemana utiliza corriente eléctrica generada a partir de la energía solar y que permite la operación de la iluminación interior, los electrodomésticos -como la cocina, la heladera o la máquina de café- y los equipos de calefacción, refrigeración y ventilación. Se genera por medio de los módulos fotovoltaicos que se encuentran en las superficies del techo, en las paredes y las ventanas.
La Casa Alemana está organizada en tres centros de atención. El primero es el de la arquitectura experimentable, que pretende mostrar y explicar la técnica y sus aplicaciones. El segundo es el centro de aprendizaje, donde se enseña la técnica aplicada, los materiales, los métodos de construcción y los trasfondos del proyecto. El tercer aspecto central es la experiencia palpable y allí se exponen distintas tecnologías en muestras adicionales de diferentes aislaciones.
Por supuesto los materiales utilizados en la construcción son reciclables.
Al entrar en la Casa Alemana, las personas, aún sin ser expertos, obtienen una visión general de la construcción energéticamente eficiente en la Alemania de hoy, y que es aplicable también a la Argentina.
En síntesis, los objetivos que buscan son: promover la discusión en materia de eficiencia energética y energías renovables; fortalecer la cooperación en las áreas de investigación y desarrollo; ampliar el conocimiento en materia de eficiencia energética; y exponer innovaciones tecnológicas en el rubro de eficiencia energética en construcciones.
Para responder a las exigencias máximas de un objeto de exposición altamente cualitativo, la “Casa Alemana” ha sido desarrollada en base a aquellos modelos, pero naturalmente también se ha tenido en cuenta el hecho de que iba a tener que ser transportada, montada y desmontada varias veces durante su recorrido por Latinoamérica.
Al mismo tiempo pretende establecer una relación especial con las condiciones de construcción y vivienda en Latinoamérica. Las soluciones energéticas para edificios, por ejemplo, incorporan a la energía solar, ya que esta fuente energética se tiene a disposición de forma abundante en la región.

La estructura de la casa

La “Casa Alemana” se compone de tres elementos: de un contenedor-habitáculo “A”, de un contenedor para la técnica “B”, y -sobre ambos- del “techo flotante” que se extiende por encima del espacio de reunión.
El contenedor-habitáculo “A” se ha diseñado como una celda cerrada. Su capa de cobertura correctamente aislada en el sentido térmico, ha sido diseñada según el estándar de “casa pasiva”, y de esta forma, no precisa de una alimentación externa de energía exterior en numerosas zonas climáticas y durante casi todas las temporadas del año.
El otro contenedor que se encuentra abierto hacia el espacio de reunión, es el contenedor para la técnica “B”. Con ayuda de varios modelos, en este contenedor se exponen diferentes estrategias de la construcción energéticamente eficiente: estructuras de paredes masivas, y sin embargo livianas, con excelentes características de aislamiento térmico, y con paredes de generación y acumulación de calor. Es precisamente la calidad energética de la capa exterior del edificio, la que juega un papel esencial en este contexto.
La corriente de energía solar se genera por medio de los módulos fotovoltaicos que se encuentran en las superficies del techo y en las paredes, así como con ayuda de las laminillas de protección antisolar. La corriente de energía solar, cuya generación es prácticamente “gratuita”, se emplea en el suministro de la corriente eléctrica, y para la “Casa Alemana” representa un pequeño equipo de tipo “insular”, o sea exclusivo e independiente. Esta solución se presta de manera especial para sitios que quedan bastante apartados. Todo el sistema técnico que se necesita para este equipo insular es tan compacto que cabe por completo en un armario en la pared. El depósito de la corriente lo conforma un acumulador. Además, también es posible un acoplamiento a la red. La fácil técnica de climatización se ha hecho visible para el visitante. En una pantalla se visualizan los beneficios energéticos que generan los sistemas fotovoltaicos que se encuentran integrados en el edificio.
Entre los dos contenedores se encuentra el espacio de información y reunión, que está al abrigo de la intemperie, y al cual se puede acceder desde los dos lados. Este lugar ofrece espacio para diferentes eventos. El techo de protección (de unos 10 x 10 m) se extiende por encima de esta superficie que se ve flanqueada por los dos contenedores “A” y “B”.
El concepto energético que ha sido desarrollado para el edificio, garantiza que sólo se pierda la menor cantidad posible de energía a través de la capa exterior de la Casa, y que la demanda energética minimizada se pueda satisfacer por medio de la técnica que se encuentra instalada en el edificio. Gracias a la combinación de técnica pasiva (Low-Tech) y activa (High-Tech), la “Casa Alemana” demuestra de manera ejemplar cuán alto puede ser el potencial de la eficiencia energética de edificios

Para mayor información: www.lacasae.com.ar / 4317-9600
www.lacasaalemana.com.ar / 5219-4030