Los enchufes USB públicos en trenes o aeropuertos son una buena opción para cargar el smartphone, pero también comportan riesgos, por ejemplo si no llevan la tensión adecuada, alerta la revista especializada alemana “c’t”.

Este hecho podría causar daños en el dispositivo. Además existe el peligro de que el teléfono se infecte con un virus en caso de que el enchufe haya sido manipulado.

Una buena solución es usar cables o adaptadores que permiten la carga con electricidad pero no la transmisión de datos. En los Android más nuevos se puede elegir asimismo la opción de que a través de una conexión USB pase solamente energía.

dpa