La apertura de Echeverría y Juan Manuel de Rosas está prevista para las 10 de la mañana. Pero los metrodelegados dicen que hay problemas de seguridad y se niegan a llevar los trenes hasta allí.

Pese a que el Gobierno porteño inaugurará hoy las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas del subte B, que extenderá el servicio al barrio de Villa Urquiza, habrá un problema por un reclamo gremial: los trenes no llegarán. Es que los metrodelegados se niegan a conducir las formaciones hasta allí, porque aseguran que las nuevas paradas no tienen las condiciones de seguridad necesarias.

La Justicia porteña rechazó un recurso de amparo que buscaba frenar la iniciativa, justamente por la supuestas deficiencias. Tras la medida judicial, el Gobierno porteño confirmó el acto previsto en la estación Juan Manuel de Rosas, donde estará el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri.

La incorporación de las nuevas estaciones extenderá el recorrido del servicio a Villa Urquiza y se prevé que incorporará cerca de 50 mil pasajeros nuevos a la red, según detallaron desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). Y permitirá la combinación con la estación Villa Urquiza del Ferrocarril Mitre del ramal José L. Suárez.

Se trata de un tramo, de 1,6 kilómetros bajo la Avenida Triunvirato, entre la Avenida de los Incas y la calle Roosevelt. También se inaugurará una cochera-taller y una subestación rectificadora, y que se incorporarán 36 coches comprados al Metro de Madrid.

Sin embargo, los trabajadores de la Asociación Gremial del Subte y Premetro (AGTSyP), que tiene a varios de sus representantes alineados con el kirchnerismo, anunciaron que no avanzarán con las formaciones hasta las estaciones Rosas y Echeverría, debido a las condiciones de seguridad “que hacen peligrar la vida de usuarios y operarios”.

Esta mañana, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, confirmó la inauguración y dijo que las condiciones de seguridad de los trabajadores están garantizadas. Además, señaló que no hay razones para que frenen el funcionamiento de la línea y dijo que podría haber sanciones y descuentos a los trabajadores que no cumplan con sus tareas.

“No vamos a impedir que (Mauricio) Macri inaugure las nuevas estaciones, pero tampoco vamos a exponer las vidas de los trabajadores y de los usuarios a raíz de la inseguridad por las filtraciones de agua, que potencian un riesgo eléctrico, y la falta de sistemas de comunicaciones”, dijo Néstor Segovia, titular del gremio.

El problema es que los Metrodelegados, tras la apertura oficial, no llevarán los trenes hacia las estaciones y se quedarán con sus formaciones en la estación Los Incas, pese a tener semáforo en verde para hacerlo, lo que se traduciría en un virtual paro de la línea.

“El jefe de gobierno quiere inaugurar y poner globos amarillos pero nosotros no queremos que en 15 días tengamos que poner globos negros ante la pérdida de un trabajador o de un usuario”, dijo Segovia.

Segovia anunció además que hoy presentarán otro recurso de amparo “con pruebas más consistentes y con el resultado de un relevamiento que realizamos en la estación Rosas y en el taller”.

Fuente: Clarín, 26/07