Pese a que la concreción del segundo puente Chaco-Corrientes forma parte de los reclamos históricos de la región, los legisladores nacionales han hecho poco y nada para que este proyecto avance en la Capital Federal.

Y para muestra del poco interés que tienen los legisladores nacionales basta con mirar en la página de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación: las iniciativas en este sentido son contadas con los dedos de las manos.

Uno de los usuarios que subió a las redes sociales una foto de los trabajos ejecutados en el puente.

Más concretamente durante el año pasado sólo hubo dos proyectos, ambos presentados por diputados de la oposición: uno para solicitar que la obra se incluya en el presupuesto y el otro para pedir información sobre el acuerdo que firmaron el año pasado el entonces gobernador del Chaco Jorge Capitanich y el exintendente de Corrientes Carlos Mauricio Espínola, un acta que hasta ahora nunca se hizo pública.

La oposición es poco lo que puede hacer, más aún cuando en la agenda que plantea en los medios no aparecen las grandes obras que necesita la región para acortar las asimetrías con las zonas más desarrolladas del país.

Y en el oficialismo plantear un proyecto de esta naturaleza no es visto con buenos ojos por quienes comandan ambas cámaras, por lo que indudablemente no participarían en una iniciativa que cuestione las obras que se quieren concretar.

Sin un foro del NEA

Además, el resto de los legisladores nacionales del NEA prefieren luchar por sus proyectos y por el momento un planteo común no forma parte de las prioridades que tienen los representantes de la región.

Aun así desde la sociedad en numerosas oportunidades convocaron a los diputados y senadores nacionales, también a gobernadores, para que en conjunto se pueda avanzar con el gran paquete regional.

La mayoría de estos intentos fracasaron por varias razones, fundamentalmente políticas y partidarias, pero nunca se perdió la esperanza de que se pueda conformar un interbloque que reúna a los 12 senadores y 26 diputados nacionales que representan al Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes.

Para algunos hace falta más que voluntad política pero también es cierto que la presión social podría modificar sustancialmente el escenario político y lograr que todos ellos tiren hacia un mismo lado.

Más relegadas

Mientras tanto las provincias del NEA quedan relegadas de la distribución de recursos para realizar obras al punto que el segundo puente seguía figurando en los presupuestos nacionales pero desde hace unos años ya no aparece más.

Además, si no se logra presionar fuertemente al gobierno nacional la obra no se concretará, como pasa con el gasoducto del NEA, que a más de una década de su anuncio hasta ahora no se colocó un caño en territorio argentino.

Es decir que si bien incluir estas iniciativas en el presupuesto nacional requerirá un gran esfuerzo, es sólo el primer paso, luego vendrá la gestión para que se licite y ejecute en menos de cuatro años.

 Expresiones de deseo

Cada vez que una serie de accidentes o noticias desagradables en el puente ocupa las primeras planas, muchos legisladores hablan del tema como si fuera el centro de su agenda, pero solamente algunos obran en ese sentido.

Por eso las últimas declaraciones demuestran una expresión de deseo y hasta que no sean acompañadas de gestiones concretas el segundo puente se construirá cuando el actual termine su vida útil.

Una obra clave

No es un dato menor que esta obra forma parte de la infraestructura necesaria para el corredor bioceánico y particularmente para unir ambos océanos mediante el ferrocarril de cargas.

Este sistema se debe complementar con otro viaducto que unirá el Chaco con Paraguay, proyecto que podría conseguir rápidamente el financiamiento internacional, dado el interés que despierta.

A nivel regional hay un tercer puente que interesa, el Goya-Reconquista, fundamental para incrementar la conectividad en las dos orillas del Paraná. Tampoco hay avances en esta infraestructura.

Fuente : Diario Norte