Después de varias promesas de inauguración, el lunes 15 fue un hecho.  Son coches con aire acondicionado y cámaras que recorrerán el tramo Constitución / Quilmes en 24 minutos. El primero saldrá de Constitución a las 5 y el último, a las 21. Beneficiará a 120 mil pasajeros por día.

Luego de 40 años de promesas funciona el tren eléctrico, aunque  aún no se sabe cuándo llegará el tren a La Plata, aunque el tramo hasta Berazategui sería habilitado a fines de abril.

Por los trabajos, el 7 de septiembre el servicio fue interrumpido totalmente y los vecinos de una vasta zona del sur del Conurbano debieron recurrir, no sin trastornos, a los colectivos gratuitos que pusieron para cubrir el trayecto. Según contaba la gente por entonces, se tardaba el doble tanto en la ida como en la vuelta.

El recorrido eléctrico hasta Quilmes ya había sido inaugurado el 5 de diciembre por la entonces presidenta Cristina Fernández y el ex ministro Florencio Randazzo. En aquel momento, se informó que el tramo quedaría habilitado el 14 de diciembre y que en marzo el eléctrico llegaría a La Plata, aunque después no se cumplió con ese cronograma, a más de cinco meses del inicio de la electrificación, el tren pasará por sólo ocho de las 19 estaciones del ramal.

En el Ministerio de Transporte informaron que alrededor de 120.000 pasajeros por día se trasladan en este nuevo tramo, que será cubierto por cuatro trenes nuevos de seis coches cada uno, más dos de reserva en Constitución.

Los lunes habrá 106 servicios, los sábados serán 108 y los domingos y feriados, 96. El primer tren saldrá a las 5 desde Constitución y a las 5.37 desde Quilmes. Y el último partirá a las 21.03 y a las 21.39, respectivamente.

Los nuevos trenes son de origen chino y cuentan con aire acondicionado, amortiguación neumática, cierre de puertas inteligente, cámaras de seguridad, iluminación LED y sistemas de comunicación. Además, todos sus asientos, ventanas e instalaciones están fabricados con materiales antivandálicos.

Entre la renovación del material rodante y las obras en sí mismas se invirtieron 500 millones de dólares. Hubo que montar 26.000 metros de catenaria, que es el sistema aéreo desde donde los trenes se alimentan de energía, y tender cables de media y alta tensión a lo largo de 52,6 kilómetros de vía doble. También colocaron 822 postes de 13 metros de altura.

Se instalaron dos puestos de autotransformadores en Avellaneda y Don Bosco y renovaron todo el señalamiento para poder implementar un sistema automático de frenos. Por otra parte, construyeron 2.625 metros de andenes provisorios en las estaciones Sarandí, Villa Domínico, Wilde, Don Bosco, Bernal y Quilmes, para que queden a la altura de los nuevos trenes eléctricos.