Una empresa local planea una inversión para crear varios locales en un barrio, incluyendo un súper. Pero el municipio aspira a que la autorización la debata la próxima gestión.

A pocos días de que el intendente Luis Brouwer de Koning anticipara que estaba dispuesto a habilitar por decreto la construcción de un centro comercial en un barrio de Río Tercero, de capitales locales y con una inversión de cinco millones de pesos, finalmente decidió que sea la próxima gestión, que asumirá el 10 de diciembre, la que resuelva sobre la autorización.
La postergación del trámite preocupa  a la empresa promotora del proyecto. “Esperábamos que el gobierno cumpliera, más cuando ya hay un dictamen legal del municipio favorable a la autorización”, comentó Marcela Chiaraviglio, una de las dueñas de la cadena local de supermercados Caracol. La idea es instalar en barrio Castagnino, uno de los mas populosos de la ciudad, un supermercado creando espacios para serie de comercios de diferentes rubros, al modo de un centro comercial barrial.
La única discusión abierta es si el proyecto debía conceptuarse como gran superficie.  Aún así, esta ciudad no tiene legisladas limitaciones en ese sentido.
Chiaraviglio marcó que no debe encuadrarse el proyecto dentro de grandes superficies, porque el supermercado tendrá mil metros cubiertos y otros mil serán para ocho a 10 locales comerciales.
El nuevo emprendimiento intenta radicarse en la esquina de Constitución e Yrigoyen, promete además de un súper, la apertura de un comedor, una farmacia y una heladería, entre otros locales.
En Río Tercero no existe legislación que limite grandes superficies, aunque hace años se discute sobre ellas.
En el Plan Estratégico debatido por instituciones locales hasta meses atrás se analizó el tema. En esa línea, Chiaraviglio, quien también se sumó a ese debate, subrayó que se tuvieron en cuenta las futuras legislaciones debatidas en ese ámbito. CDijo que así fue como se proyectó una playa cerrada para 35 autos, separados de sitios para bicicletas y motos, además de un espacio verde de 300 metros y una plaza con juegos infantiles.
Mientras, el intendente electo Alberto Martino, contestó a este diario que no aprobará por decreto esa radicación, a la que no dejó de elogiar, pero apuntó que “de una vez por todas se debe regular con una ordenanza, que despeje dudas sobre este tipo de radicaciones y así puedan arribar más empresas a la ciudad”.  Ese debate de una norma legislativa postergaría la decisión que la autorice.
Para el presidente del Centro Comercial, Octavio Garello, esa entidad “no está ni a favor ni en contra, porque resuelve el municipio”. Sin embargo reconoció que para despejar hacia adelante dudas haría falta una ordenanza que regule nuevos emprendimientos.
Ante cada proyecto de este tipo, en la ciudad aparecen voces que plantean que pueden complicar a los más pequeños comercios del rubro.
La firma Caracol lleva 37 años en la ciudad. Hoy tiene 214 empleados en sus supermercados de Río Tercero, Embalse, Almafuerte y Oliva, en un total de ocho sucursales.
Ante esta demora para autorizar su proyecto, la empresa advierte que no descarta presentar un recurso de amparo invocando el derecho al “libre comercio” y la inexistencia de normas que impidan la habilitación.

Fuente: La Voz de Córdoba, 22/11