Hace un mes que comenzaron los trabajos de restauración del establecimiento educativo de calle Carbó y 9 de Julio. El edificio está desocupado desde hace dos años debido a los problemas estructurales que obligaron a la mudanza.

Por estos días, obreros de la construcción levantan los pisos y pican el revoque de las paredes de las aulas, oficinas, salón de acto, laboratorio y otras salas de la Escuela Nº 5 Manuel Belgrano, ubicada en la esquina de 9 de julio y Enrique Carbó de la capital provincial. El propósito es reemplazar los mosaicos e impermeabilizar los muros.

Allí comenzaron hace un mes los trabajos de restauración y puesta en valor de este edificio de 100 años, declarado parte del grupo de monumentos con valor patrimonial que tiene Paraná. Al respecto, el responsable de la zonal Paraná de la Subsecretaría de Arquitectura de Entre Ríos, Néstor Schierano, indicó que el plazo de la obra es de 730 días y el presupuesto de $13.684.772. La empresa concesionaria es Cemyc.

Además de las intervenciones mencionadas, también fue demolido una parte del edificio construida décadas después de la obra original. La Memoria Descriptiva señala que estos agregados fueron hechos “con un lenguaje simple y cierta precariedad constructiva, siendo el sector estructuralmente más afectado por el constante ingreso de agua”. El documento agrega que “la demolición de una construcción lindera, sobre una de sus medianeras provocó fisuras y filtraciones de agua de lluvia que socavaron el plano de sostén de las fundaciones”. Esta situación es la causa de las grietas y el debilitamiento irreparable de la estructura portante que terminó por hacer necesaria la mudanza de la comunidad educativa hace dos años.

La construcción original contaba con dos plantas en las que se distribuyen tiras de aulas paralelas a 9 de Julio, vinculándose entre sí mediante una galería cerrada por mamparas traslúcidas.

La restauración y puesta en valor de esta parte tiene por objeto devolver al edificio su apariencia y condiciones de habitabilidad originales, adecuándolo a los nuevos requerimientos. Para eso será necesario que se respeten las características formales existentes y rigor técnico en el trabajo.

Además, entre otras adaptaciones, se reubicará la biblioteca y la sala de informática en la casa que estaba destinada al director dentro del establecimiento. También se reemplazará la totalidad de la instalación sanitaria existente; el circuito eléctrico se adecuará a la normativa vigente; la carpintería será recuperada; y se repondrán piezas, vidrios y herrajes. La fachada será restaurada junto a los frisos, cornisas, pilastras, molduras y bajorrelieves.

Para darle uniformidad a la caja edilicia se colocarán pisos, cubierta y acabado superficial idénticos a los del sector que se restaurará.

Schierano informó que a la restauración se sumará obra nueva para el área demolida. Así es que se levantarán cuatro salas para el nivel inicial y se liberará el espacio donde funcionaba el salón de actos para construir allí un patio semicubierto. El nuevo salón será construido sobre el nuevo patio.

A su vez, “dado que la planta baja se encuentra sobreelevada del nivel de la vereda, se construirán rampas para el acceso de personas con discapacidad motriz”, indicó Schierano a El Diario.

Los riesgos provocados por las fallas constructivas obligaron a la comunidad educativa de la Escuela Belgrano a mudarse. Así es que desde 2012 las clases y la vida institucional se desarrollan en un edificio de la Sociedad Israelita en 9 de Julio 391, a media cuadra del edificio hoy en reparación.

La directora del establecimiento, Viviana Tross, contó que a la institución asisten 419 alumnos entre Primaria y Nivel Inicial. La sede que ocupan en la actualidad tiene sus limitaciones espaciales. También ha habido algunos problemas en los baños. Los inconvenientes demoraron el inicio de las clases.

Tross señaló que, en un principio, se había acordado que el traslado duraría tres años. Por este motivo y observando que la obra demoraba su comienzo, los padres y directivos del establecimiento empezaron a reclamar la iniciación del trabajo. Así fue que lograron hace un mes que comiencen los trabajos de restauración y puesta en valor.

Fuente: El Once de Entre Ríos