CORDOBA- Los intendentes Gabriel Frizza (Jesús María), Gustavo Brandán (Colonia Caroya) y Carlos Ciprián (Sinsacate) solicitaron a la Nación que “de manera urgente” arbitre los medios para que se ejecuten las obras de reparación necesarias y pendientes en tres puentes de la región que resultaron afectados por las últimas crecientes en los ríos.

Se trata del puente ferroviario sobre el Río Carnero, ubicado en paralelo al puente carretero sobre ruta nacional 9; el puente carretero ubicado también sobre ruta nacional 9 (entre Jesús María y Sinsacate); y el puente carretero ubicado en la localidad de Los Mistoles, departamento Totoral.

Mediante una nota elevada al director nacional de Vialidad, ingeniero Nelson Perotti, los tres intendentes invocaron la “extrema necesidad” de solucionar los problemas que acusan esos puentes, para poder “garantizar la seguridad y los bienes de las personas” de cara al inicio de la temporada de lluvias intensas.

También trasladaron a las autoridades nacionales las quejas y preocupación que tienen los vecinos que viven cerca de esos puentes o bien transitan a diario por los mismos.

Este planteo formal y conjunto se generó luego de que, de manera extraoficial, desde la propia Vialidad Nacional se dejara trascender que no habría en lo inmediato partidas presupuestarias asignadas a dichas reparaciones, lo que dilataría los tiempos de respuesta.

El reclamo de estos tres intendentes se suma a otro similar ya formulado días atrás por pares de los municipios de Mendiolaza, Villa Allende, Unquillo, Río Ceballos, Saldán, Salsipuedes, La Granja y Cerro Azul.

Con aval de la Provincia, todos ellos intimaron a la Nación a que en un plazo de cinco días desembolse los fondos pendientes para atender las consecuencias de las inundaciones de febrero último.

Hasta ahora la Provincia recibió de la Nación sólo $100 millones de los $540 millones comprometidos oficialmente en su momento, que debían girarse en cinco desembolsos de $88 millones cada uno.

Desde esa perspectiva, la situación de Jesús María, Sinsacate y Colonia Caroya es peor aún, porque directamente nunca hubo asistencia directa de la Nación para afrontar la emergencia, como si estas tres localidades hubieran quedado fuera del radar de interés oficial tras las inundaciones.