Son los últimos departamentos a los que les llega el agua en la zona Este y la mayoría de sus cauces siguen siendo de tierra. Esto ocasiona problemas en zonas urbanas y pérdida de agua para los cultivos.

La Paz y Santa Rosa son los últimos departamentos que en la zona Este se riegan con aguas del río Tunuyán Inferior. Esa condición de zagueros, sumada a la permanente crisis hídrica que ha vivido la provincia en los últimos años y al hecho de que la mayor parte de sus cauces son de tierra, llevó a que ambos municipios hayan solicitado con especial énfasis a Irrigación que incluya a sus tierras en el plan de obras 2015, con la idea de impermeabilizar los cauces y mejorar en algo la escasa eficiencia que hoy tiene el riego en la región.

El pedido salió desde el Concejo Deliberante de La Paz, que es sin dudas el departamento más perjudicado: allí, se riega prácticamente cada 40 días con aguas que viajan decenas de kilómetros y que se va perdiendo en el camino, culpa de aquellos largos tramos de canal aun no impermeabilizado. El costo de encarar cualquier obra hídrica en La Paz que revierta esto, no es recuperable para Irrigación porque no hay regantes suficientes y su número en la zona, ha disminuido sin pausa durante las últimas décadas.

A mitad del siglo XX, La Paz tenía 1.200 hectáreas en producción, pero hoy solo quedan poco más de la mitad y de esas, menos de 400 son de viñedos. La Paz tiene unos 35 kilómetros de canales de riego y la mayor parte de ellos no está impermeabilizado, una obra difícil de encarar debido a la escasa cantidad de regantes que permitirían el reembolso de la obra.

“Irrigación tiene que cambiar ese concepto de que con el aporte de los regantes va a recuperar la inversión, porque pensando así nunca va a impermeabilizar un solo metro de canal en La Paz”, señaló Raúl Capdevilla, presidente del Concejo y agregó: “El objetivo de Irrigación no es ser rentable sino gestionar el recurso hídrico de manera armónica, para promover el desarrollo pero también para evitar el abandono de tierras cultivadas por falta de agua, que es lo que ha ocurrido en La Paz desde los años 70 para acá”.

Según datos de la comuna, en La Paz no quedan hoy más de 80 productores y la mayoría de ellos, con graves inconvenientes para regar sus tierras: “Los dos pequeños oasis productivos, el del norte y el del sur necesitan con urgencia que el riego sea más eficiente y para lograrlo hay que pensar en impermeabilizar los principales cauces, aunque la empresa no resulte rentable para Irrigación”, insistieron en el municipio: “Es la única manera de proteger a los productores y de incentivar la llegada de emprendimientos”.

El pedido del Concejo paceño fue avalado por la Legislatura provincial y también por Santa Rosa, que sufre problemas similares debido a las constantes filtraciones del agua en los cauces de tierra. Pero en Santa Rosa no solo se ve afectado el riego de los cultivos, sino que los canales de tierra provocan inconvenientes en las zonas urbanas. “Tenemos que impermeabilizar el canal Santa Rosa, no solo porque implica minimizar las pérdidas del agua para los cultivos sino porque en su paso frente al pueblo, las filtraciones del agua afectan a los pozos sépticos de las casas”, explicó el intendente Sergio Salgado, cuyo departamento no cuenta aún con servicio de cloacas, una obra que está en ejecución.

El intendente comentó que el principal canal de riego del departamento está impermeabilizado en algunos sectores, pero que sigue siendo de tierra cuando pasa frente a las zonas urbanas. “Ocurre en la villa cabecera y también en los distritos, cuando largan el agua, el líquido se filtra y ahí nomás se llenan los pozos sépticos de muchas casas”.

En ese escenario, el camión atmosférico del municipio trabaja sin descanso: “Impermeabilizando el canal se solucionará buena parte del problema de los pozos que se llenan rápidamente y la obra se hace con unos 10 millones de pesos”, cerró Salgado.

Fuente: Los Andes de Mendoza