Era lo que todos estaban esperando como el cierre perfecto para la jornada de un encuentro que no ahorró elogios al “modelo” económico. La presidenta Cristina Kirchner finalmente llegó y anunció lo que querían escuchar los empresarios y sindicalistas reunidos en el congreso de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra): la prórroga hasta el 31 de diciembre del régimen de incentivos a la producción local de bienes de capital, que sirve para compensar el arancel cero para la importación extra-Mercosur.
Los fabricantes argentinos de bienes de capital reciben actualmente un bono equivalente al 14% de la facturación por ventas, que pueden utilizar para la cancelación de impuestos nacionales. De esta manera, se compensa la exención del arancel externo común (AEC) por ese mismo porcentaje que el Mercosur dispone para la importación de este tipo de maquinaria proveniente de países ajenos al bloque.
El régimen había sido prorrogado a comienzos de año por seis meses y entre los metalúrgicos había preocupación porque vencía el 30 de este mes. Ahora regirá hasta el 31 de diciembre, cuando caduca la autorización que brindó Brasil para no aplicar el AEC.
De todos modos, la Presidenta anticipó que se trabajará en otras medidas de compensación a partir de esa fecha. “Quédense tranquilos, porque van a seguir contando con los instrumentos que han permitido desarrollar el sector y contar con… no con protección, que parece ser una palabra maldita para algunos, pero que todos la aplican en todas partes”, afirmó Cristina Kirchner.
También anunció un plan para vincular a los metalúrgicos con el sector productor de software, como forma de agregar valor y “no sólo sustituir importaciones sino también exportar”.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, afirmó que la prórroga del beneficio a los metalúrgicos les brinda a las partes el tiempo suficiente “para trabajar el conjunto de herramientas que reemplazarán, a partir del 1° de enero de 2011, la aplicación del bono”.
Antes de hablar, la Presidenta había recibido una buena dosis de música para sus oídos cuando el presidente de Adimra, Juan Carlos Lascurain, sostuvo que “este gobierno ha priorizado el interés nacional a pesar de las críticas de sectores ortodoxos” y pronosticar que con “las políticas heterodoxas” las empresas tienen un “horizonte favorable”.
En los paneles previos, además del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, había hablado la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. La funcionaria sostuvo que “un país que aprecia su moneda es un país que crece menos y los países que menos volatilidad tienen en el tipo de cambio son los que crecen más”.

Fuente:  La Nación, 03/06