La Presidenta se reunió con 34 jefes comunales del conurbano. Prometen plata a los intendentes sin pasar por los gobernadores

Con la mirada puesta en las elecciones legislativas del año que viene , que el kirchnerismo espera que le abran la puerta para la reforma constitucional que habilite un tercer mandato de Cristina Kirchner, la Presidenta recibió en la Casa de Gobierno a 34 intendentes del conurbano bonaerense en un acto en que se anunció “la puesta a disposición” de 8.769 millones de pesos para realizar distintas obras públicas en sus municipios.

Esta inversión millonaria, sólo para los municipios de la primera y tercera sección electoral de la Provincia, que contienen a 9,1 millones de habitantes, coincide notablemente con los tiempos electorales. El plan de obras lleva un largo nombre: “Más cerca: más municipio, mejor país, más Patria”; postula “una acción inmediata” con obras de 10 a 12 meses de plazo y que generen impacto en las economías a nivel local.

“El que más hace, más lleva . Tenemos la decisión de ejecutar (todo el dinero destinado al programa)”, aseguró el ministro de Planificación, Julio de Vido a los jefes municipales que se relamieron con la frase. Es que el plan es descentralizado : ellos presentan los proyectos, contratan y ejecutan las obras, y reciben los fondos nacionales. Lo que les da manejo de caja y poder , en un trato directo con la Nación que ha sido base de la alianza del kirchnerismo con los barones del conurbano, minimizando a la gobernación bonaerense. En tregua con Cristina, el gobernadores de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, asistió al acto, silencioso.

El anuncio fue corolario de las reuniones que empezó a tener De Vido hace dos meses con intendentes bonaerenses, en medio de la guerra que el kirchnerismo declaró a Scioli cuando manifestó su intención de anotarse en la presidencial de 2015.

Para aislarlo, a De Vido se le encomendó la misión de recuperar el contacto directo perdido con esos jefes territoriales, que dejaban trascender su malestar de que tras la muerte de Néstor Kirchner, no tenían interlocutores dentro del Gobierno.

En el Salón de las Mujeres, medio gabinete le dio ayer marco a la recepción de la Presidenta. En representación de los intendentes hablaron Julio Pereyra (Florencio Varela), Raúl Otacehé (Merlo) y Fernando Espinosa (La Matanza). Con un guión estudiado, volvieron a animar el operativo clamor por la “re-re”. Pereyra instó a Cristina a “generar una discusión sobre este tema, necesitamos que usted continúe”.

A su turno Espinosa patinó con una frase sobre “los últimos años que le queden de vida” a la Presidenta, a lo que ésta respondió con humor : le hizo cuernitos con una mano.

Siendo 17 de octubre, también se habló de la “lealtad” peronista. Cristina definió que “yo soy peronista, pero no me gusta hablar de Justicialismo” y cuestionó que “el concepto de lealtad se fue distorsionando en el verticalismo”. No le dio mucho aire al asunto y se notó. Al final del encuentro se cantó la Marcha Peronista, pero sin mucho entusiasmo.

Fuente: Clarín 18/10