En la sesión del Concejo Deliberante se tratará el pedido. Una amplia reseña justifica el reclamo realizado para tal fin. Profesionales destacan el valor arquitectónico del lugar

Propicia declarar patrimonio histórico de Quilmes al Parque Cervecero, ubicado en Andrés Baranda, entre Triunvirato y Laprida, y el barrio Villa Argentina, ubicado en Vicente López, Triunvirato, Otto Bemberg, Irala, Manuel Quintana, Ayolas, Bernardo de Irigoyen y Felipe Amoedo.

En los fundamentos de la iniciativa se recuerda que el 21 de octubre de 1888 se pidió autorización a la Municipalidad para instalar una fábrica de cerveza en las inmediaciones del ferrocarril, según consta en el acta de la sesión del HCD del 28 de octubre de 1888.

La Cervecería, además de la fuerza del trabajo y el crecimiento vertiginoso que dio a Quilmes, se involucró en todo el accionar de la vida de una comunidad. Así se menciona que en el 1900 la empresa Bemberg obtuvo la concesión de la Compañía de Tranway de Buenos Aires a Quilmes, realizando el primer viaje el 22 de enero de 1905, cruzando el flamante puente Pueyrredón.

En 1905 el grupo Bemberg construyó por cuenta del gobierno de la provincia de Buenos Aires el ferrocarril de La Plata al Meridiano V.En 1908 participó en la formación de la sociedad ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano. El agua fue otro de los beneficios de la Cervecería que compartió con la comunidad, la que podía tener gratuitamente, anticipando lo que varias décadas después sería la Compañía de Obras Sanitarias de la Nación. La empresa creada por los Bemberg la cedieron definitivamente a la Municipalidad.

En el aspecto recreativo, ya en el pedido de tierras al municipio para levantar su empresa, Otto Sebastián Bemberg previó una amplia extensión para realizar un gran parque recreativo. Se adquirieron 87 mil metros cuadrados de la chacra de Mauricio Moreyra y Antonia Torre de Moreyra, donde, en 1922, se inauguró el Parque Cervecero. Un campo de deportes, con jardines e instalaciones deportivas, cancha de fútbol, tenis, básquetbol, pelota paleta, pileta de natación, cancha de bochas y gimnasio con todo tipo de aparatos.

En un quincho se hacían almuerzos para delegaciones que visitaban la fábrica. Otto Bemberg seleccionó los árboles que hasta hoy se levantan en el parque, incluso plantó algunos de ellos, los cuidaba personalmente en las oportunidades en que visitaba el lugar. Entre los árboles existentes los más curiosos son una acacia de Australia, un ciprés calvo, un ginkgo biloba de Siria, un pino Spruce y un roble de los pantanos traído de La Florida, Estados Unidos. Entre ellos se paseaban media docena de pavos reales que eran la curiosidad de todo Quilmes.

En 1953, al nacionalizarse la empresa, siendo director del organismo liquidador de los bienes de los Bemberg el coronel González, se tomó posesión del parque para cederlo a los obreros cerveceros. De todos modos los obreros y empleados venían gozando de ese predio desde su creación, todo sin ningún impedimento.

La empresa adquirió 105 mil metros cuadrados para la construcción de un barrio de viviendas bautizado Villa Argentina. En estas tierras estuvo la chacra de Rosignol que tuvo plantaciones de vides y frutales. La primera etapa se inauguró en 1925 y posteriormente se llegó a las 192 viviendas. La finalidad era dar a los trabajadores extranjeros que se trasladaban de otras localidades, un lugar donde residir con sus familias, cercano al lugar de trabajo.

En 1966 se inauguró en el barrio la Capilla de estilo neoclásico bajo la advocación de San José Obrero, con diseño del arquitecto Alejandro Bustillo, por encargo de los Bemberg.

Se dice que tanto el Parque como el barrio tienen valores estético-arquitectónicos, histórico-testimonial, simbólico-social, paisajístico, ambiental y económico, para justificar la declaración de patrimonio histórico de Quilmes.