La alta inflación, la falta de una moneda sana y confiable conspiran para que el crédito hipotecario sea accesible para los sectores medios.

Jorge Cruces, profesor de la universidad Torcuato Di Tella, apuntó que para tener crédito hipotecario hay que sanear la moneda. Esto quiere decir, una baja tasa de inflación y que los argentinos gradualmente vuelvan a confiar en el peso. “Espero que en la próxima década haya un balance más armónico entre ciencia y equidad. El crédito hipotecario es parte de eso, sanear la moneda es parte de eso. Y en un contexto de moneda sana, con instituciones más o menos respetadas, el crédito surge espontáneamente”.

Por su parte Daniel Oks, desarrollador inmobiliario, coincidió en que la inflación es la gran enemiga del desarrollo del crédito hipotecario. Según su opinión, en el mejor de los casos habrá una desinflación gradual, con lo cual el problema del crédito hipotecario va a persistir. “Hay una oportunidad en volver a implementar los mecanismos de indexación -más allá de que la indexación en muchas operaciones existe en el margen de lo legal-. La indexación legal y un INDEC confiable ayudarán en la transición a generar un sistema financiero viable para potenciar el Real Estate”, puntualizó.

Gastón Rossi, director de LCG, agregó que la inflación elevada impide cualquier solución. Y la razón es muy sencilla “como los bancos evalúan el monto al cual puede acceder el tomador en función de su salario actual, y no del salario futuro que subirá con la inflación, actualmente sólo acceden al crédito hipotecario los estratos de mayores recursos y que probablemente no lo necesitan”.

Una alternativa es pensar en esquemas con unidad de cuenta indexada (que funcionó muy bien en Chile). Pero pensando a mediano plazo es crucial volver a tener una inflación normal.

Fuente: AEV, Asosiación de Empresarios de la Vivienda