Un producto no puede representar realmente la cumbre del genio humano si ha sido fabricado con métodos contaminantes.

La mayoría de la gente coincide en que el desarrollo de recursos de energía limpios y renovables es una propuesta de gran solidez ecológica. La imagen de una energía derivada del sol es además de una temática que se está desarrollando en estos tiempo, algo necesario para el medio ambiente.

Un punto importante es tener en cuenta que el proceso sea sustentable desde el comienzo, es decir por ejemplo, cuando las turbinas de aire en los parques eólicos se desgastan son reemplazadas por modelos de una generación más reciente, ¿qué ocurre con las turbinas desechadas? Este es un problema con el todo el mundo tendrá que lidiar en algún momento. El condado de Solano, California, por mencionar un lugar, reemplazó recientemente 235 turbinas de 100 kilovatios deterioradas que permanecían en un parque eólico instalado en 1989.

Aunque muchas partes de las turbinas antiguas se pueden reutilizar o vender, muchas otras no. Las partes que no se pueden rescatar incluyen las aletas de fibra de vidrio, las cuales es necesario desechar en un “vertedero especial”, ya que están recubiertas de líquido hidráulico y el costo de limpiarlas sería superior al valor que de ellas se podría recuperar. ¿El resultado? Más contribuciones a los millones de toneladas de basura que se genera cada año.

Obviamente, la elección de materiales que las empresas realicen es un asunto de gran importancia, si quieren ser parte de la solución y no del problema. Afortunadamente, el software de análisis del impacto ecológico de Autodesk está permitiendo a las compañías poder tomar mejores decisiones.

En el caso de Freiezo, un proveedor de sistemas de energía eólica para uso residencial y comercial de Missouri, Estados Unidos, aprovecha este tipo de software para desarrollar una turbina que es casi 99 por ciento reciclable, acercándose mucho a su meta de convertirse en un fabricante que genere absolutamente ningún residuo para vertederos.

Mientras tanto, Hydrovolts, la empresa con sede en Washington, es un fabricante de microturbinas hidráulicas que funcionan en arterias de agua artificiales (tales como canales de irrigación y acueductos). Ha utilizado el software para analizar los perfiles ambientales de diversos materiales – la fibra de vidrio vs. el aluminio- antes de emplearlos en la construcción de una turbina, y para determinar la huella ambiental de cada opción de diseño.

En consecuencia, Hydrovolts no solo fabrica un producto que hace del mundo un lugar mejor al generar energía limpia, sino que también se asegura de que el producto mismo este diseñado con la sustentabilidad en mente.

Edwin Datschefski, el gurú de la sustentabilidad radicado en Inglaterra, afirma en su libro The Total Beauty of Sustainable Products, “[un producto] no puede representar realmente la cumbre del genio humano si ha sido fabricado con métodos contaminantes.” Al usar herramientas que los ayudan a prestar atención a los materiales que utilizan en sus productos, las empresas de tecnología limpia están un paso más cerca de convertirse el algo “completamente bello”.

Experto consultado: Susan Gladwin, es la encargada de dirigir el programa Autodesk Clean Tech Partner, el cual proporciona a empresas oportunidades para desarrollar soluciones que atiendan problemas ambientales.