A seis años del fallo de la Corte Suprema que ordenó la limpieza, una organización no gubernamental criticó los “enormes retrasos” en las obras y estimó que la “ACUMAR va camino al fracaso” en su gestión.

Una organización no gubernamental cuestionó los “retrasos” y acciones “cosméticas” realizadas por autoridades interjurisdiccionales en el área metropolitana para su limpieza.

Ante el aniversario del fallo, que se cumplirá el martes, el abogado Pedro del Piero advirtió sobre la falta de cumplimiento de la sentencia y estimó que la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo “va camino al fracaso” en su gestión porque “nació como apéndice del Poder Ejecutivo Nacional”.

El proceso de ejecución de la sentencia en la causa que inició la ambientalista Beatriz Mendoza contra el estado nacional, resuelto en 2008 por la Corte cuando ordenó la puesta en marcha de un plan de saneamiento integral de la cuenca, quedó a cargo del juez Sergio Torres, quien debe controlar contratos entre empresas y la ejecución presupuestaria del programa.

En ese marco, Del Piero, presidente de la fundación Metropolitana, señaló que “a seis años del fallo, hay enormes retrasos en ejecutar decisiones muy correctas como el control de la contaminación, erradicación de basurales, relocalización de poblaciones vulnerables, la atención sanitaria de la población impactada, el ordenamiento del suelo con criterio estructural”.

“El balance de cumplimiento es negativo, salvo obras estructurales de saneamiento encaradas por AySA con financiamiento internacional para resolver la contaminación cloacal, aunque con plazos elásticamente dilatados”, añadió.

Y, apuntó que “después de seis años tenemos la convicción que no habrá cumplimiento satisfactorio del fallo, más allá de cosméticas, porque para cumplir además de querer hay que poder hacerlo”.

“ACUMAR va camino al fracaso, fundamentalmente a causa de la debilidad provocada por su pecado original; no haber sido un auténtico órgano interjurisdiccional”, consideró el letrado.

Además, en un comunicado señaló que el organismo “nació como apéndice del Poder Ejecutivo Nacional donde, en general, los problemas entran a la dimensión de la macro política y se alejan estrepitosamente de la gente”.

“La institucionalidad adoptada es ineficaz porque no puede dar cuenta de la complejidad del problema ni hacerse cargo del buen resultado de las decisiones. Adicionalmente ACUMAR fue escenario permanente de ninguneo de la Ciudad y de la patética ausencia de la provincia. Los municipios, meros convidados de piedra”, acotó.

Fuente: La Razón, 06/08