El Gobierno de Chile busca impulsar las energías renovables no convencionales hacerlo a través de su Agenda Energética, con la que pretende que el 45 % de la capacidad de generación eléctrica que se instale en el país entre 2014 y 2025 sea de este tipo.

En un escenario con cada vez mayores costes en el sector de la energía y pocos proyectos relevantes de inversión en ejecución, el Gobierno de Chile ha hecho pública recientemente su Agenda Energética, que pretende ser la hoja de ruta que guiará al país en esta materia.

Proyecto Mojave Solar de Abengoa Chile

Diversificar la matriz energética de una manera sostenible es uno de sus objetivos. Así, una de sus tareas más ambiciosas es aumentar de manera significativa el uso de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) fomentando la incorporación de energías limpias.

” El estímulo al Programa de I+D en energía solar es una de las acciones para potenciar las ERNC en Chile.

Para ello, se propone que el 45 % de la capacidad de generación eléctrica que se instale en Chile entre 2014 y 2025 provenga de este tipo de fuentes, cumpliendo de esta forma con la meta de inyectar un 20 % de ERNC en el sistema eléctrico hasta 2025.

La primera planta termosolar de Latinoamérica, que está siendo desarrollado por Abengoa en el desierto de Atacama, surge precisamente tras la adjudicación de un concurso internacional impulsado por el Gobierno enmarcado dentro de esta agenda.

La agenda contempla la innovación y el progreso industrial en energía solar mediante la consolidación de los centros de investigación en esta energía, medida que ya se está implementando. Además, se promocionarán las asociaciones entre industria y centros de investigación, y un clúster enfocado al desarrollo de proveedores de bienes y servicios.

” Un objetivo de la agenda es el aumento de la interconexión de los sistemas de transmisión para la incorporación eficiente y segura de las ERNC.

Se plantea también el perfeccionamiento de los procesos de licitación a largo y corto plazo tanto para aumentar la competencia sumando a nuevos actores como para incentivar la participación de los ya existentes.

La agenda se basa en siete pilares:

Rol activo del Estado en el desarrollo energético.

Reducción de precios de la energía con mayor competencia, eficiencia y diversificación en el mercado energético.

Desarrollo de recursos energéticos propios.

Aumento de la conectividad en el sistema energético contemplando un nuevo marco regulatorio para el transporte de energía.

Promoción de un sector energético eficiente y que gestione el consumo con una nueva Ley de Eficiencia Energética.

Impulso a la inversión energética potenciando licitaciones y apoyando el desarrollo de proyectos sustentables y que respeten el medioambiente.

Avance en la participación de comunidades en el desarrollo de los proyectos.

Fuente: Abengoa, España