Las pruebas de navegación en el nuevo canal se llevaron a cabo bajo fuerte esquema de seguridad, con helicópteros y navíos militares. La obra, concluida en apenas un año, es el nuevo Canal de Suez que, finalizadas las pruebas, será inaugurado oficialmente este jueves.

Considerado esencial para el comercio regional y global, transcurre la mayor parte de su recorrido junto al canal original, en una ruta de 72 km que permite la navegación en ambos sentidos de embarcaciones de gran porte. Navíos portacontenedores de todo el mundo circulan desde el último sábado como parte de ese ensayo.

El operativo de seguridad tiene sus razones, según las autoridades egipcias: la península del Sinaí, en las inmediaciones del canal, es una región con actividad intensa de los grupos extremistas. Los guerrilleros mataron a centenares de civiles desde el golpe militar que derribó al presidente Mohammed Morsi en 2013.

El canal de Suez original, inaugurado hace casi 150 años, y por el que pasa actualmente 7% del comercio marítimo mundial, une los mares Mediterráneo y Rojo. El actual presidente de Egipto, el dictador Abdel Fattah al Sisi, afirma que la expansión de una de las rutas de navegación comercial más importantes del mundo dará fuerte impulso a la economía del país. La vía es aún una de las principales fuentes de recursos para Egipto. Se estima que la construcción del nuevo canal costó unos u$s 8,5 millones. Las obras fueron ejecutadas empleando regímenes laborales de 24 horas y estuvieron controladas por las Fuerzas Armadas.

La inauguración, el 6 de agosto, se hará exactamente un año después del comienzo de los trabajos, según la ambiciosa meta del mandatario Al Sisi. El jefe de la Autoridad del Canal de Suez, almirante Mohab Mameesh, dice que el proyecto significa un “renacimiento” para Egipto. Muchos especialistas cuestionan las ganancias proyectadas por el gobierno y dicen que ese dinero debería haberse gastado en demandas más urgentes. Se estima que ese proyecto consumirá u$s 60 millones, con extensión de 9,5 km.