Al principio fue el navegador: quien quiera entrar en Internet no puede eludirlo. Además de los más usados como Firefox, Chrome, Internet Explorer y Safari (en Mac), también están los más pequeños entre los grandes, como Opera o Edge, el heredero designado del Explorer.
En un reciente estudio de la fundación alemana Stiftung Warentest, Opera sale muy bien parado. En opinión de la asociación de protección al consumidor, trabaja sin errores, tiene un buen diseño y además puntúa en seguridad.
El creador de Opera está experimentando además nuevas opciones y acaba de lanzar un nuevo navegador llamado Vivaldi. En los dos casos, los programas añaden funciones y permiten una amplia personalización.
En cambio, desde hace años el mayor blanco de las críticas es el Explorer, con sus pocas opciones y uso comparativamente más complicado. Microsoft quiere por eso que sea sustituido por su nuevo proyecto, Edge, más sencillo, concreto y claro en diseño y uso.
“La gran ventaja de Edge son las funciones de seguridad”, dice Marcus Pritsch, de Stiftung Warentest. En esto supera con mucho al Explorer, al igual que en la velocidad. Sin embargo, Edge sólo funciona con Windows 10, y muchas webs no son compatibles con este nuevo “browser”, es decir que no se cargan correctamente, según ha observado este experto.
Chrome, de Google, tiene mala fama por su enorme recopilación de datos, pero entretanto esto ya ha cambiado. “Si uno no se registra con la propia cuenta en Chrome, el programa recopila lo mismo que los demás”, explica Pritsch.
El navegador se basa en el software Chromium, que para la Oficina Federal de Seguridad en la Tecnología de la Información (BSI) de Alemania es en la actualidad la mejor solución en cuanto a seguridad. Opera y Vivaldi también funcionan con esta tecnología.
“La tecnología Sandbox ofrece una buena protección frente a los virus”, señala Tim Griese, de la BSI. Y Chrome también la utiliza de manera consecuente. Los virus son aislados con su ayuda antes de que infecten la computadora. El navegador es veloz en todos los sistema operativos y Google resuelve los problemas de forma rápida con actualizaciones.
El navegador de la fundación Mozilla goza también de mucho apoyo. “Firefox es famoso porque cuenta con su propia familia de desarrolladores”, explica el experto Hauke Mormann, lo que puede gustar a los usuarios que no quieren dejar sus datos en manos de una sola empresa, sino distribuirlos.
También Firefox es actualizado de forma constante, es rápido y tiene muchas funciones. Por ejemplo, los usuarios pueden crear una contraseña maestra para todas las usadas en las webs o servicios de Internet.
Y quien quiera más funciones puede echar mano a toda una serie de complementos (add-ons). También Chrome tiene muchos, que en algunos casos funcionan asimismo con Vivaldi.
Se elija el navegador que se elija, para navegar seguro son importantes dos cosas, subraya Marcus Pritsch: una protección anti-phishing y anti-tracking.
“La función de no rastrear está en todos los browsers”, según Mormann. Pero la herramienta “Do not Track” no ofrece una garantía al 100% de que uno no será seguido mientras navega, pues el navegador al fin y al cabo envía una señal a la web para que no se rastreen las actividades y no se usen cookies. Tampoco hay seguridad de que la web cumpla con ello.
Cliquz es un navegador que realmente bloquea el tracking, pero en muchos otros se puede añadir esta función con complementos. En Chrome y Firefox, por ejemplo, a través del “add-on” Privacy Badger.
dpa