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Red Pluvial en la Ciudad de Buenos Aires

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La red pluvial es el nombre que recibe el conjunto de elementos que permiten recolectar el agua de lluvia que se encuentra en la superficie de la Ciudad, para después llevarla hasta zonas de descarga donde no puede afectar a los vecinos. El cuidado y mantenimiento de este sistema colector depende de la Dirección General de Sistema Pluvial del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.

El funcionamiento de la red pluvial se basa en la captación y la conducción del agua a través de cuatro elementos centrales:

  • Las cunetas de las calles
  • Los sumideros
  • Los nexos
  • Los conductos subterráneos

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Cuando llueve, el agua que cae sobre la ciudad (o caudal pluvial) comienza un recorrido a través de las cunetas de las calles, que funcionan como canales a cielo abierto, hasta que es absorbida por los sumideros. Estos son las típicas aberturas horizontales que se encuentran en los cordones de las veredas y que permiten que el agua se retire de la superficie de la ciudad. En Buenos Aires hay aproximadamente unos 30.000 sumideros que forman parte de la red encargada del escurrimiento del agua de lluvia.

Los sumideros están conectados a un nexo que dirige al agua hasta los grandes conductos que se encuentran bajo tierra, a través de los cuales también circulan los caudales de algunos de los arroyos más importantes de la ciudad, que fueron entubados para evitar que sus aguas rebalsen sobre las calles de la ciudad como consecuencia de las lluvias intensas. A través de los conductos, los arroyos son llevados hasta las desembocaduras originales de sus cuencas y a su caudal se le suma aquel que proviene del agua de las lluvias y que es captada por los sumideros.

¿Cómo lograr su funcionamiento óptimo?

Lo fundamental es mantener todos los elementos de la red pluvial libres de obstrucciones. De esa manera, el agua puede escurrir con facilidad desde la calle hasta las desembocaduras. Para lograrlo, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público tiene cuadrillas especiales que llevan adelante la limpieza y desobstrucción de los sumideros. También se realizan tareas de limpieza especiales dentro de los nexos y conductos subterráneos.

Sin embargo, la cantidad de basura que la gente tira en la calle hace que la situación se complique cuando llueve: el agua se adelanta a los barrenderos, que no llegan a juntar las hojas y la basura, y los residuos escurren a través de las cunetas, obstruyendo los sumideros y los conductos de la red pluvial. Esto impide que el caudal pluvial escurra por la red y, en consecuencia, se producen inundaciones.

Los residuos que más afectan a la red son las botellitas plásticas de 600 cm3, los papeles de golosinas, los cigarrillos y las bolsas plásticas, entre otros. Estos residuos que algunas personas tiran en la calle van a parar a los arroyos subterráneos sin que lo sepamos y, cuando llega una tormenta, impiden el escurrimiento del agua.

La obstrucción de la red pluvial aumenta el riesgo de sufrir inundaciones en la ciudad y una mayor cantidad de basura en las calles se traduce en un mayor riesgo de anegamientos.

Muchas veces, sin ser conscientes de ello, algunos vecinos obstruyen el funcionamiento de la red y, cuando una tormenta llega, otros sufren las consecuencias. Las principales causas de la obstrucción de la red pluvial son:

  • La basura que los vecinos tiran en la calle.
  • Las hojas secas de los árboles que no llegan a ser recolectadas.
  • Los vuelcos de hormigón de las obras en construcción.
  • La grasa y los aceites que los restaurantes y los puestos de comida vierten en la vía pública.
  • Los autos que estacionan delante de los sumideros e impiden que el camión desobstructor trabaje correctamente.
  • Los encargados de los edificios que baldean la vereda sin antes haber juntado la basura que había en ella.

Así, los porteños que tiran sus residuos en la calle, además de ensuciar la vía pública, también contaminan el Río de la Plata y el Riachuelo, que son el destino final del agua de lluvia que es recolectada por la red pluvial durante las tormentas.

Los porteros de los edificios que baldean las veredas sin antes haber juntado la basura también generan complicaciones, ya que los residuos son arrastrados hasta las cunetas de las calles y después son absorbidos por los sumideros. La situación empeora cuando el personal de la Dirección General de Sistema Pluvial no puede realizar la desobstrucción de los sumideros debido a que varios vecinos estacionan sus autos delante de ellos.

Pero el mayor inconveniente se puede ver durante las tormentas y las alertas meteorológicas, cuando es indispensable que la red pluvial se encuentre en su óptimo funcionamiento. Si los sumideros y los conductos de la red están obstruidos con basura, el agua de las lluvias no puede escurrir y se acumula en las calles de la ciudad.

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