La organización ecologista WWF ha realizado una serie de recomendaciones para el verano con el objetivo de evitar el abuso energético.

El derroche energético, unido a temperaturas situadas en los 40 grados, incrementa la sensación de calor en las grandes ciudades. WWF aboga por la utilización de elementos exteriores de protección solar, como toldos, o interiores, como cortinas de colores claros.

Se recomienda pintar los edificios con tonalidades claras y acercar las plantas a terrazas con el fin de crear un microclima más fresco. Frente al aire acondicionado, la organización explica que los ventiladores de techo consumen hasta un 80% menos de energía y que, por tanto, emiten menos C02 a la atmósfera.

Si se elige un equipo de aire acondicionado, lo mejor es escoger uno de la categoría A++, mucho más eficientes.

Hay que cambiar el modelo de climatización de nuestras ciudades y apostar por uno que consista en la climatización pasiva de nuestros edificios, que pueda reducir el consumo energético, beneficiar el planeta y mejorar nuestra calidad de vida.

En las grandes ciudades se produce el efecto ‘isla de calor’, que evita una reducción de las temperaturas durante la noche a causa del hormigón y los equipos de aire acondicionado.