Más de 140 obras del “arquistar” español Santiago Calatrava, incluyendo modelos de estadios, teatros, sus célebres puentes, iglesias y catedrales, se exponen desde el 5 de diciembre al 20 de febrero en el Brazo de Carlo Magno, en la Plaza San Pedro de Roma.

Calatrava es célebre en el mundo de la arquitectura por sus audaces soluciones proyectuales, jugadas sobre equilibrios capaces de desafiar las leyes de la física. La importante exposición, que se llama “Santiago Calatrava. Las metamorfosis del espacio”, fue promovida por los Museos Vaticanos y el Pontificio Consejo de la Cultura.

La muestra cuenta con curaduría de Micol Forti, de la Colección de Arte Contemporáneo de los Museos Vaticanos, que seleccionó las obras entre las conservadas en los archivos personales del arquitecto en Zurich.

El recorrido expositivo busca resumir el pensamiento “muy facetado” y la convergencia de lengua de lenguajes expresivos que hacen de Calatrava, según Forti, un artista completo.

La muestra abre con la maqueta de la iglesia greco-ortodoxa de St. Nicholas en Nueva York, proyectada para Ground Zero, junto con dibujos y acuarelas.

“Desde muy joven -explicó- abrazó la pintura, que también hoy sigue practicando a diario. Luego se acercó a la escultura, y aunque se graduó como arquitecto e ingeniero siguió profundizando su frecuentación de las artes visuales con incursiones en el diseño y la cerámica”.

La muestra del Brazo de Carlo Magno, de ingreso gratuito, documenta todo este proceso uniendo los proyectos arquitectónicos a las pinturas y esculturas.

Pero sobre todo documenta la búsqueda de Calatrava, que sustenta toda su obra y busca eviscerar el concepto de estaticidad de las fuerzas, de donde surgen auténticas magias del equilibrio.

A partir de juguetes ideados para sus hijos hasta refinadas esculturas de ébano, desde los bronces dinámicos hasta la retorcida torre del Turning Torso de Malmo, pasando por sus puentes y viaductos, cada una de sus creaciones expresa esta tensión interior.