Por la crisis económica griega, la mayoría de las instalaciones no pudieron ser mantenidas y quedaron inutilizables.

Hace una década, albergaron a deportistas de todo el mundo y a cientos de miles de seguidores, que disfrutaron de los Juegos Olímpicos donde se celebraron por primera vez. Hoy, la mayoría de esas instalaciones están abandonadas y los griegos cuestionan el legado de un evento que les trajo más deudas que otra cosa.

No sólo los predios están inutilizables por falta de mantenimiento. La emblemática cúpula del Estadio Olímpico de Atenas, diseñada por el famoso arquitecto español Santiago Calatrava, que costó 130 millones de euros, necesita 10 millones para ser mantenida. Pero, en tiempos de crisis, hay otras prioridades.

El Estadio Olímpico se usa sólo para los partidos de un equipo de tercera división. Y la pileta, el velódromo y las canchas de tenis sirven únicamente para entrenamientos. Sólo el estadio cubierto es utilizado regularmente, por un equipo de básquet.

Fuente: La Razón, 13/08