Actualidad › GacetillasCómo mantener los espacios verdes

Cómo mantener los espacios verdes

Comentarios: 0

Los espacios verdes y el cuidado del agua juegan un rol protagónico en épocas estivales. Sistemas cada vez más perfeccionados nos ayudan a regar –de manera manual o automatizada– reduciendo caudales y esfuerzos.
Se deben considerar, además de las especies, cercos, etcétera, la presión y el caudal de las fuentes.

Tuberías de goteo para un riego direccional que evita estropear las hojas y mantiene una humedad constante en las especies.

Los aspersores cubren un radio de al menos 8 metros y se puede decir que el alcance es proporcional al precio, aunque se reducen cañerías, válvulas y el programador.

Los difusores o toberas consumen casi 12 litros por minuto, dato fundamental para saber si la presión será la adecuada para regar.

En superficies grandes, se suelen emplear aspersores, mientras que en parques medianos o pequeños (menos de 1.000 m2) se eligen las toberas.
En parques de mediana y gran superficie, el riego suele imaginarse como una compleja tarea si se pretende mantener el espacio en óptimas condiciones de habitabilidad. Sin embargo, en la actualidad -cada vez más perfeccionados- existen sistemas que permiten de manera manual o automatizada regar el césped y las especies vegetales que habitan el jardín, proveyendo el agua necesaria y evitando la pérdida de tiempo.
Es importante tener en cuenta el asesoramiento de los especialistas, que a partir del plano de la superficie diseñan un sistema apropiado para cada parque, considerando además árboles, especies, cercos, caminos, entrada de autos, entre otros elementos contenidos en el jardín. A su vez, concentran la atención en la presión y el caudal de la fuente de bombeo del agua, contemplando el alma del sistema.
En viviendas con superficies parquizadas de pequeña, mediana y gran proporción, se combinan dos tipos de riego: por goteo y por aspersión.

Por goteo. El riego por goteo permite a las especies mantener la humedad constante, dosificando el agua necesaria. En este caso, la presión del agua disminuye considerablemente (1 kg/cm2).
Se instalan cañerías de polietileno y goteros (distanciados entre sí de 1 a 1,50 m) sobre las superficie y en otros casos -los menos- se los suele enterrar a 20 o 70 cm de profundidad (goteo subterráneo), garantizando una humedad uniforme, aunque no escapa de la posibilidad de obstruirse o detectarse algún inconveniente. Con este tipo de riego direccional, se evita estropear las hojas de la flora y se aporta el agua necesaria, por eso se lo emplea especialmente para el riego de las plantas o vegetación delicada.

Por aspersión.
El sistema por aspersión presenta dos diferentes dispositivos: aspersores y/o toberas, que proveen el agua en forma de fina lluvia y se diferencian por el radio de alcance y la presión de agua necesaria (6 kg en aspersores, 2 kg en toberas).
Los aspersores cubren un radio de al menos 8 m y se puede decir que el alcance es proporcional al precio, aunque el ahorro entre uno y otro es relativo ya que a mayor alcance se reducen cañerías, válvulas y el programador. Estos dispositivos se emplean frecuentemente en superficies grandes; mientras que las toberas se emplean en pequeñas y medianas. Se instalan a 1 cm por debajo del césped y al presionar el agua se levanta una boquilla sobre la superficie, difuminando una lluvia de agua en un radio de 4 m.
Tanto los aspersores como las toberas se conectan a una manguera de polietileno (30 a 50 mm de diámetro) que a su vez se conecta a una red troncal de cañerías de PVC (40 mm de diámetro) por la cual se conduce el agua desde la cisterna o el tanque. Esta red (PP y PVC) se instala a más de 20 cm (mínimo) y 40 cm (máximo) de profundidad, a fin de evitar que se vaya a dañar con el uso del jardín. Algunos instaladores sólo emplean para las toberas cañerías de polietileno, por su costo y prestación. De tratarse de un jardín pequeño (menos de 1.000 m2) y teniendo en cuenta la capacidad del tanque de agua de la vivienda, se podría conectar a éste la cañería. En parques de más de mil m2 es fundamental contar con una cisterna enterrada -reservorio de agua de al menos mil litros- conectado a la bomba (puede ser de la piscina). Condición necesaria ya que la presión del agua de la red no es suficiente para accionar el sistema. En la actualidad se están comenzando a instalar aljibes o cisternas sobre la superficie, que permiten acumular el agua de la lluvia y sumarla al reservorio de agua. Se instalan por lo general cerca de quinchos o del sistema de la piscina, o en un lugar alto para ganar presión.
El diseño es importante. En un jardín, el especialista determina la cantidad de aspersores y/o toberas según el perímetro del parque y los obstáculos que existan (caminos, entrada de autos, macizos vegetales, otros) evitando estropear con las excavaciones lo menos posible el centro del espacio. Por lo general, se forman grupos de no más de 10 válvulas programadas -o accionados manualmente- en distintos horarios, aunque siempre en la franja tarde-noche.
El costo aproximado de un sistema de riego (por goteo y aspersión) con instalación incluida, para un parque de más de 1.200 m2 ronda los 12 mil a 15 mil pesos .
Por goteo simplemente, se debe calcular el metro de manguera ¾ a 3 pesos y las válvulas de goteo $ 1,50.
Los aspersores rondan los 100 pesos y las toberas los 40 pesos. También existen accesorios que complementan el funcionamiento óptimo del sistema: sensores de lluvia (funciona con los sistemas automatizados) que evitan el funcionamiento innecesario de las válvulas, rotoaspersores con un sistema de vaivén y chorros de agua múltiple, entre otros.
Es fundamental contar con el asesoramiento e instalación de los especialistas que determinarán la situación adecuada para cada jardín.

Dejar un comentario

Se pueden usar las siguientes etiquetas XHTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

Artículos Recientes

Artículos Más Vistos

Comentarios Recientes