Por Marcos Valenzuela,
creador de Espacio Valenzuela
(www.espaciovalenzuela.com)

Las habitaciones son parte del mundo privado de los pequeños. Sin importar su edad, allí jugarán creando numerosas fantasías que expresan sus emociones y cómo se relacionan con el contexto que los rodea. Por eso es importante darles el marco adecuado según sus personalidades y a la etapa de crecimiento en la que están.

Cielos

Los más pequeños aman que sus cuartos reflejen sus propios intereses. Cuando más chico sea el niño es ideal apoyarse en decoraciones que los ayuden a tener momentos dulces, por eso se pueden apelar a hadas, ángeles y motivos florales. Incluso, se les puede sumar una mesa para que usen como escritorio para garabatear.
Cuando ya sean un poco más grandes, las paredes pueden pintarse de azul y colocar en ellas estrellas y diferentes tamaños de lunas con matices plateados. Incluso, un gran sol puede ser la lámpara que penda del techo. También se pueden poner colgantes con formas de planeta y peluches alusivos.

Marineros

Los tonos azul y blanco combinan a la perfección, generando ambientes serenos y relajantes. Además, se adaptan muy bien a todas las etapas.
Se puede complementar con una mesa rojo brillante para que contraste o dar nuevos tonos con las alfombras. Incluso, las camas se pueden intervenir para que parezcan embarcaciones.
Como accesorios, es posible agregar faros que aportan una cuota de aventura, fotografías y pinturas marinas y hasta hacer ventanas redondas para que parezcan ojos de buey.

Funcionales

Si de practicidad se trata, nada mejor que elegir muebles que puedan ir adaptándose a medida que los chicos crecen. Ejemplo de esto son los escritorios para tareas que puede tener una alzada que se va modernizando con el paso del tiempo. Si hay poco espacio se pueden poner sillas plegables.
También los muebles chicos para guardar la ropa luego pueden ser usados para tener allí libros y material de estudio. Si esto está adornado con los personajes favoritos de los niños, mucho mejor.

Sumar metros
Cuando la habitación es pequeña se debe optar por una cama tipo litera de madera laqueada blanca. Lo mismo debe suceder con la ropa de cama, que puede lucir tonos pasteles.
También es importante tener muebles organizadores para que los juguetes dispersos no ocupen más espacio del deseado.

De príncipes y princesas

Para ellos los cuentes épicos, para ellas las historias mágicas de amor eterno. Los niños sueñan con tener aventuras y las pequeñas con ser princesas con lujosos vestidores, por eso es posible crear baldaquinos adaptados a cada caso (con lámparas antiguas o con cairles, por ejemplo). En la biblioteca, los cuentos clásicos invitan a recrear mil y una fantasías.

Viajeros

Los medios de transporte son un tópico interesante para los varones. Ambientes para motociclistas con remeras temáticas son un ejemplo. Esto puede ser acompañados por pin balls, almohadones varios en un rincón y una cama elevada para que le de sensación de libertad al niño.
El avión, el automóvil y el tren son otros medios que pueden recrearse, incluso se puede jugar haciendo paisajes sobre los muros.

Preadolescente

En esta etapa es importante darle al chico seguridad. En este momento los colores son clave, pues dan personalidad al ambiente.
Para ellos se pueden poner patinetas en los muros y hasta algunos juegos mecánicos. Ellas empezarán a necesitar guardarropas más grandes, con espejos para arreglarse. Además, la tecnología empieza a ganar terreno en los cuartos, por eso también hay que dedicarle un rincón.
Para los lugares de estudio, las maderas claras son las aconsejables para no generar climas pesados dentro de la habitación.