Esto es especialmente significativo para los distintos conglomerados urbanos del Chaco, donde las altas temperaturas están presentes en buena parte de año y donde el cemento avanza por sobre los espacios verdes. Es en estos lugares donde la arborización se vuelve cada vez más necesaria y, en ese sentido, las jornadas de calor intenso que se vivieron en la provincia en enero y febrero, e incluso en los primeros días de marzo, con registros de sensación térmica que alcanzaron valores históricos, demuestran que hoy el arbolado es más necesario que nunca.
Según el trabajo de investigación realizado por la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos, el arbolado urbano tiene la capacidad de actuar como un regulador de la temperatura y la humedad del aire, que se traduce en una reducción del calor en varios grados.
El estudio en cuestión se llevó a cabo en la ciudad de Paraná, tomando mediciones en calles pertenecientes a un mismo radio urbano, pero una con árboles y otra sin ellos. Otro dato interesante que arrojó la investigación es el que reveló que la mejor sensación de confort bioclimático en la zona urbana se logra con la presencia de árboles y espacios verdes (por ejemplo césped) que compensan el calor concentrado por los bloques de cemento. Los investigadores anotan como dato clave la posibilidad de contar, por ejemplo en las veredas, con especies adecuadas que requieran menos cuidado, afecten lo menos posible el tránsito peatonal y vehicular y posean mayor resistencia a las enfermedades.
En ese sentido, explican que lo ideal sería contar con un ejemplar autóctono, pero el problema radica en que no existe un árbol nativo del ambiente urbano, sino que existen árboles nativos de río o de la región de espinal, como los de la región de la llanura chaco-pampeana que se encuentran en la ciudad de Paraná, donde se llevó a cabo la investigación. Por otra parte, observan que los ejemplares que se planten en las veredas de las ciudades, deben ser producidos para tal fin, y deben tener entre uno y tres años de preparación. Un dato para destacar a nivel local es el censo de arbolado urbano que se realizó en la ciudad de Resistencia a partir de un convenio firmado entre el Municipio y la Asociación Metropolitana de Ingenieros Agrónomos y que en una primera etapa permitió registrar más de 6.900 ejemplares en la zona comprendida por las avenidas Lavalle- Laprida, Las Heras-Vélez Sarsfield, Castelli-Alvear y Avalos-Hernandarias de la capital chaqueña. El relevamiento permitió determinar que esa cantidad de ejemplares está compuesta por árboles, arbustos y palmeras sumando un total de más de 80 especies.
Las autoridades del municipio capitalino explicaron que este relevamiento forma parte de las políticas ambientales que impulsa la actual gestión comunal y tiene como objetivo conocer el estado de la totalidad de los árboles existentes en el ejido urbano, para luego generar un mapa que permita avanzar más rápidamente tanto en la recuperación de árboles en estado delicado como en la compensación de oxígeno a través de la implantación de nuevas unidades logrando tener 24 por cuadra. Un plan adecuado de arbolado urbano aplicado y monitoreado por especialistas en la materia será, sin dudas, una enorme ayuda para lograr entornos más confortables en ciudades como las de nuestra provincia, que en la temporada estival soportan temperaturas sofocantes. El diseño y la conservación del arbolado público deben ser permanentes porque de lo que se trata, en definitiva, es de proteger un valioso recurso que contribuye a mejorar la calidad de vida de la población.
Fuente Diario Chaco