Sábanas, colchas, mantas, velas… todo lo que necesitas para inspirarte y hacer tu dormitorio el más acogedor.

Es importante contar en la casa con un espacio privado para cada miembro de la familia, al menos durante una parte del día y para ello nada mejor que nuestro dormitorio.

Un refugio para la lectura.

En nuestro dormitorio podemos crear el rincón de lectura ideal. Si hay espacio para un asiento tipo butaca, con una mesita auxiliar y una lámpara de pie mejor; pero si no es así, la propia cama con la mesita de luz también nos puede servir. Coloca bien los almohadones y las mantas, son ellos los que maximizarán el confort en la superficie de tu cama, asegúrate de contar con una buena iluminación y déjate llevar por la historia que estés leyendo, transportarte mentalmente a otros lugares, acercarte a sus personajes… No podemos viajar con el cuerpo, pero sí con la mente y la lectura nos facilita enormemente esa evasión.

Tu rincón para hacer ejercicio

Hay familias que hacen ejercicio unidas, pero también hay quien prefiere para practicar deporte, o hacer yoga o pilates un poco de intimidad. Son actividades que requieren de cierta concentración y muchas veces no es fácil desarrollarlas en espacios comunes con más personas haciendo otras cosas alrededor… Una vez más en el dormitorio podemos encontrar la solución.

Tal vez no tengamos espacio para un gimnasio muy completo pero una esterilla o una alfombra, un espejo y algunos pequeños accesorios nos pueden ayudar a movernos y romper con el sedentarismo sin salir de la habitación.

Un lugar especial para tus aficiones

El dibujo, la pintura, la escritura, la música, la costura o algún hobbie, es bueno aprovecharlo y para ello necesitamos un lugar especial en que poder dedicarles un rato cada día.

Una mesa auxiliar con algún módulo de almacenaje puede ser suficiente para montar un mini atelier dentro del dormitorio, hay que colocarlo en una zona bien iluminada, accesible pero sin obstaculizar el resto de funciones de la habitación y podemos darle un toque especial con unas flores o unas velas, con algún detalle de nuestro gusto que nos ayude a personalizar ese rincón.

Estos son algunos ejemplos de cosas que podemos hacer en la habitación  para sentirnos mejor, también podemos dedicar tiempo a rutinas de belleza, a ver un capítulo de nuestra serie favorita o simplemente relajarnos sin hacer nada…