Día Mundial del Urbanismo
Desde el 8 de noviembre de 1949, gracias a la iniciativa del ingeniero argentino Carlos María Della Paolera y a pedido del Instituto Superior de Urbanismo de la Ciudad de Buenos Aires, se celebra el Día Mundial del Urbanismo, con el propósito de fortalecer la conciencia acerca de la importancia del diseño urbano saludable y sustentable.
Soluciones para el crecimiento
El urbanismo estudia las ciudades en todas sus dimensiones y procura a partir de allí ofrecer soluciones a los problemas que ellas enfrentan. La explosión del crecimiento demográfico que se produjo en los centros urbanos a lo largo del siglo XX se desarrolló en la mayoría de los casos de manera espontánea, no planificada. Ello supuso una gran cantidad de problemas en el ordenamiento de las ciudades, que en muchos casos fueron muy difíciles de solucionar y empujaron hacia abajo la calidad de vida urbana. El acceso a un amplio conjunto de beneficios, que la ciudad ofrecía en contraposición a las zonas rurales, como una red de transporte fluida, diversos medios de entretenimiento, sistemas de salud y educación, etc., fue de este modo opacado por otro amplio conjunto de problemas, como el tráfico, la polución, el ruido, el acceso a los servicios de agua potable y cloacas, etc.
El urbanismo adquirió en consecuencia a lo largo del siglo pasado una importancia creciente que se verificó en dos sentidos. En primer lugar, por medio del estudio de los patrones de acción de la población urbana y del estudio de las posibilidades para reorganizar el espacio urbano, ofreció soluciones concretas a problemas concretos. En segundo lugar, estudiando estos problemas, los urbanistas reconocieron cuáles eran sus causas y pudieron diseñar a partir de allí políticas de urbanización que pensando a futuro los previnieran de antemano. Aprendiendo de este modo de los problemas que sufrían las ciudades cuando su crecimiento se producía de modo desordenado y sin regulación, los urbanistas diseñaron ciudades, como el caso de Brasilia, que fue enteramente construida desde cero como sede del gobierno federal de Brasil, en las que la planificación urbana aparecía desde un primer momento, evitando de ese modo muchos de los problemas que el crecimiento espontáneo había traído a las ciudades modernas.
La ciudad jardín
Uno de los primeros y más influyentes diseños completos de una ciudad fue el desarrollado en los últimos años del siglo XIX en Inglaterra por sir Ebenezer Howard, que él mismo llamó ciudad jardín. Consistía en pequeñas ciudades, de entre 30 y 50.000 habitantes construidas a nuevo y cuya característica distintiva era un cuidado balance entre las áreas residenciales y las áreas donde se desarrollaba el trabajo, en las industrias, comercios y en la agricultura. La ciudad-jardín confería una gran importancia a los espacios verdes, como reacción a la creciente industrialización de los centros urbanos en los que el acceso a la naturaleza se estaba volviendo algo cada vez más difícil. En 1903 la primera ciudad jardín, Letchworth, fue inaugurada por Howard, y en 1920 fue fundada la segunda, Welwyn. En Argentina, Ciudad Jardín Lomas del Palomar fue fundada según estas premisas en 1944.