El formato MP3 ya es libre: adiós a las patentes
El formato MP3 revolucionó el mundo de la música. Para bien o para mal, este formato de codificación de audio logró que escuchar (y compartir) música a través de internet se popularizara de tal forma que toda la industria acabó adoptando esta u otras soluciones para acabar dando el salto a un modelo en el que el formato físico cedía el protagonismo a las descargas y al streaming.
La tecnología, no obstante, estaba sujeta a patentes que eran defendidas por Technicolor, pero dichas patentes —aún vigentes para los encoders, por ejemplo— expiraron el pasado 16 de abril de 2017 totalmente. El MP3 es ahora más libre que nunca.
Los responsables de Fraunhofer IIS explicaban hace unos días cómo “el 23 de abril de 2017, el programa de licencias de mp3 de Technicolor para ciertas patentes y software de Technicolor y Fraunhofer IIS relacionados con el mp3 ha expirado”.
En ese mensaje se agradecía a todas los que han licenciado la tecnología por su apoyo a un formato que se convirtió en el “codec de audio defacto a nivel mundial durante las dos últimas décadas”, y destacaban que aun habiendo códecs de audio más eficientes, mp3 sigue siendo “muy popular entre los consumidores”. El éxito de MP3 fue paralelo al del legendario Winamp, el reproductor que se convirtió en ese símbolo de un cambio de aires en la industria del audio.
Esas patentes han sido muy beneficiosos para sus propietarios: se estima que gracias a ellas la Fraunhofer Society logró unos ingresos que llegaron a los 100 millones de euros en 2005. Esas cantidades de dinero hicieron que otras muchos intentaran tomar un pedazo de ese jugoso pastel, y los juicios y demandas entorno a quién poseía qué en el segmento de MP3 han sido frecuentes.