Avanza el proyecto del Paseo del Bajo
El primer paso de la obra será construir la Autopista Ribereña, que estará en trinchera. Los camiones y micros que vengan desde las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata tendrán bajadas hacia un túnel que comenzará a la altura de Carlos Calvo. Desde allí circularán bajo tierra, en un espacio de 52 metros de ancho con dos carriles por mano, y a una velocidad máxima de 60 km/h.
Al llegar a la altura de Retiro, los vehículos tendrán una salida hacia la terminal de micros y otra para el puerto, o podrán continuar para tomar la Illia, luego la avenida Cantillo y llegar hasta la General Paz.
La vía rápida admitirá sólo al tránsito pesado, que significa unos 10.000 camiones y micros diarios. Desde el sur hasta la Perón tendrá espacios a cielo abierto, pero luego quedará soterrada y tendrán un pequeño desvío para no pasar por debajo del edificio Guardacostas, el ITBA y el Luna Park.
Los autos particulares circularán por la calle, aunque tendrán más espacio. Alicia Moreau de Justo tendrá sus cuatro carriles con sentido a Retiro, los dos de la derecha para la circulación común y los dos de la izquierda para el tránsito pasante. En sentido hacia el sur, los autos usarán cuatro carriles en Madero/Huergo.
El otro gran cambio urbanístico es que sobre la trinchera de la autopista se abrirán las calles que hoy están cortadas por el playón ferroviario, y en los espacios libres montarán un parque lineal que sumará 60.000 metros cuadrados verdes a la Ciudad, el equivalente a dos veces la superficie del parque Lezama.
Ese Paseo del Bajo tendrá también ciclovías, mobiliario urbano y espacios recreativos. Además de eliminar el ruido y la contaminación, permitirá integrar mejor la zona del Bajo con Puerto Madero y la Costanera. También tendrá un impacto inmobiliario: se espera que las propiedades que hoy quedan entre el Bajo y Huergo/Madero aumenten su cotización, porque en vez de estar soportar a los camiones y micros tendrán a su lado a un parque.
La obra costará US$ 650 millones y tendrá tres fuentes de financiamiento. El más importante, un crédito de la Corporación Andina de Fomento por US$ 400 millones. El resto saldrá de la venta de terrenos ferroviarios en Catalinas Norte, donde se autorizará la construcción de torres, y de la última manzana libre de Puerto Madero, donde ya quedó habilitada por ley la edificación en altura.
05/05/2017
Creado por Vivienda
Tags: