La SmartRoad Gotland es completamente invisible a la vista, ya que realiza la carga por inducción a diferencia de otros proyectos. El primer tramo, de 1,6 kilómetros, ya ha comenzado a construirse y forma parte de la vía de 4,1 kilómetros que une el aeropuerto de Visby, capital de la provincia sueca, con el centro urbano de la misma.

Esta tecnología bautizada como ERS (siglas que aluden a los términos electric road system), es apta para todo tipo de vehículos eléctricos: autobuses, camiones, furgonetas y automóviles y, según sus creadores, también está pensada para futuros vehículos de conducción autónoma.

Está dentro de la hoja de ruta del gobierno sueco para la descarbonización del transporte pesado en carretera, tanto de mercancías (camiones) como de pasajeros (autobuses). Las primeras pruebas con vehículos comenzaron a principios de 2020 con un camión eléctrico, mientras que luego harán lo propio con autobús eléctrico. Los test se realizarán con diferentes condiciones climáticas a fin de probar la efectividad de la tecnología.

Este sistema se basa en una serie de bobinas de cobre que van instaladas bajo la superficie de la carretera, en pequeñas zanjas de 10 centímetros de profundidad. Una vez colocadas, se pavimenta encima con asfalto, quedando así escondidas bajo el firme.

La energía eléctrica se transmite a los vehículos mediante un receptor, compatible con cualquier tipo de vehículo eléctrico, que se cargan mientras ruedan sobre esta carretera inteligente. Cada receptor permite la recarga a un máximo de 15 kW de potencia, por lo que para vehículos pesados se puede aumentar el número de los mismos hasta cuatro. Ello permite además que dichos vehículos dispongan de una batería de menor tamaño, pues se recargan mientras circulan (más de lo que ya lo hacen con la frenada regenerativa, claro).

Los resultados que arrojen las pruebas que se realizarán el año que viene servirán para que la Administración de Transporte de Suecia evalúe su viabilidad para implementarlo en las autovías y carreteras del país a mayor escala. Sea como fuere, se espera que para 2022 esté operativa.