En Palermo, Belgrano y Barrio Norte hay terrenos con incidencias superiores a los 1300 dólares por metro cuadrado

Mil seiscientos dólares por metro cuadrado. En 2008, según datos del gobierno porteño, ése era el precio promedio de un departamento a estrenar en la Capital Federal, pero ahora esa cifra puede corresponder, en los barrios más caros de la ciudad, sólo a la incidencia del terreno en el valor total de la unidad.

Así lo indica un informe publicado  por la consultora Reporte Inmobiliario, según el cual la cotización promedio de la tierra urbana aumentó casi 18 por ciento en enero de 2012 respecto del mismo mes del año anterior. El estudio también indica que la incidencia promedio, que se obtiene al dividir el valor del terreno por la superficie que se puede edificar en él, “se acercó a los 500 dólares por metro cuadrado”.

“El aumento en la cotización de los terrenos tiene que ver con la inflación general y con la concentración de la demanda en determinados barrios”, dijo José Rozados, director de Reporte Inmobiliario. El experto añadió que, pese al aumento de los precios, la demanda de terrenos es sostenida.

Detrás del valor promedio de US$ 500 por metro cuadrado la incidencia de los terrenos es muy distinta entre los distintos barrios. En la Capital Federal “existe una amplia variedad de precios de tierra, que van desde incidencias inferiores a los US$ 100 el metro cuadrado hasta otras superiores a los US$ 1000″, señala el informe, para el cual se relevaron los lotes en venta con superficies superiores a 800 metros en todos los barrios porteños.

Así, por ejemplo, en Palermo, Belgrano y Barrio Norte hay terrenos con incidencias superiores a los US$ 1300 por metro cuadrado, mientras que en otros, como Constitución, Parque Patricios o Liniers la incidencia puede ser de US$ 150 (la infografía que acompaña la nota presenta sólo los valores promedio).

Una suba en el precio de la tierra como el registrado en enero deriva en un encarecimiento de los nuevos proyectos. “En la medida en que el aumento de la tierra sea sostenido, esto se va a traducir en un valor de venta también superior de las nuevas unidades, porque de otro modo la rentabilidad de los inversores se reduce”, dijo Rozados. Sin embargo, el experto añadió que los mayores precios de los terrenos no siempre se traducen en un encarecimiento proporcional del precio de las obras que se construyan en ellos.

Aunque dice que este año se presenta “como una gran incógnita” para el sector inmobiliario, Rozados cree que el encarecimiento de los terrenos, junto con las subas en materiales de construcción y mano de obra, afectará el desempeño de la actividad. “Lo lógico sería pensar que por estas subas y por las incertidumbres que se abren en este año, como los controles sobre el dólar y las mayores exigencias impositivas a los fideicomisos, la actividad no tendrá el dinamismo que alcanzó en 2011.”

Fuente: La Nación, 08/02